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La fortuna de Las Campos

Mientras la mayor del clan triunfa de nuevo como presentadora y se siente realizada, su hermana no goza del mismo respeto ni encuentra su sitio, y su hija se ha quedado sin su único trabajo estable.

Durante muchos años, llevar el apellido Campos fue sinónimo de éxito televisivo y respeto profesional. Sin embargo, los últimos tiempos no han sido fáciles para las integrantes de esta familia, cuyas carreras han corrido desigual suerte. Algo que se ha hecho ahora más patente que nunca, ya que mientras Terelu (56) goza de una excelente etapa profesional y personal, Carmen Borrego (55) sigue sin recibir ofertas como directora y tiene que conformarse con su cuestionado papel como colaboradora y Alejandra Rubio (22) acaba de quedarse sin trabajo con la reciente cancelación de ‘Viva la vida’.

De hecho, el incierto futuro laboral de su hija es ahora casi la única preocupación de su madre, que está pletórica. Y no es para menos, ya que a su resurgir como presentadora de primer nivel se une su buen estado físico y emocional, lo que la hace sentirse una mujer feliz y realizada.

Así se dejó ver en la gala contra el cáncer celebrada en Marbella, a la que acudió acompañada por su hija y en la que desprendió un brillo especial. Y es que esa fue una noche cargada de emociones para Terelu por varios motivos. Por un lado, por estar en su tierra, donde se siente especialmente querida y donde ha aprovechado para desconectar unos días; también porque recibió el premio The Figther (‘luchadora’ en inglés) por su labor de visibilización de esa enfermedad; y, por último, por sentirse una privilegiada por haberla superado en dos ocasiones.

De hecho, ella misma ha reconocido que aun hoy se sigue preguntando por qué ella ha tenido esa suerte y otras personas no, como su amiga Mila Ximénez, a la que dedicó el premio por ser alguien a quien vio «luchar aun cuando no quería hacerlo». El recuerdo de su compañera de programa lo habrá tenido ahora más presente que nunca, cuando se ha cumplido un año de su muerte y cuatro desde que la propia Terelu se sometiera a una doble mastectomía tras serle detectado un nuevo tumor en el pecho.

De aquella operación le costó mucho recuperarse y todavía deberá seguir medicándose un año más de manera preventiva, pero eso no influye para que se sienta tan bien en su cuerpo y en su piel que no le importe incluso mostrarse en bikini. Y es que Terelu es una mujer renovada por dentro y por fuera, y esta nueva versión de sí misma tiene a todo el mundo encandilado.

Así, mientras que en el pasado muchos la tildaban de ser una persona «distante» y hasta «déspota», sobre todo en el terreno profesional, ahora le llueven los piropos. «Terelu es una mujer no ya con pasado, sino con leyenda. Los que pensaban que era un mero apéndice de la madre estaban muy equivocados. Terelu es una de las Figuras más contradictoriamente interesantes del panorama televisivo», decía de ella Jorge Javier Vásquez (51) recientemente.

ADMIRADA Y RESPETADA

Estas palabras del presentador, que no es muy dado a los elogios y en el pasado fue muy duro con ella, han emocionado enormemente a la mayor de las Campos, que ha sabido reinventarse. En los últimos tiempos, además de animarse a participar en otros formatos como ‘MasterChef Celébrity’ o ‘Mask Singer’, ha hecho colaboraciones con varias cadenas y quizá lo que le hace más feliz es que ha logrado encontrar su sitio en ‘Sálvame’.

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Algo que parecía imposible años atrás, cuando llegó a dejar el programa por los continuos ataques contra su familia. No obstante, ella misma asegura que ese tiempo fuera la ayudo a tomar distancia de los problemas, a relativizar las polémicas y a sentirse preparada para volver con más fuerza que nunca. Y así fue.

Su regreso para ponerse al frente del ‘Lemon Tea’ le dio la oportunidad de demostrar su valía como presentadora y ahora, tras el baile de sillas que se ha producido en el programa, se ha convertido en una pieza clave del mismo. Atrás ha quedado la Terelu crispada y siempre ala defensiva, ahora se la nota cómoda, tranquila, disfrutando de su trabajo y en buena sintonía con sus compañeros. La relación con ellos es mucho más estrecha y se siente querida, valorada y respetada por ellos.

CARRERA EN ENTREDICHO

Sentimientos que seguramente no comparta Carmen Borrego, que, al contrario que Terelu, no acaba de encontrar su sitio en el programa. El renacer de una hermana contrasta notablemente con el declive de la otra, que no deja de ser centro, de burlas y polémicas. Algo en lo que no ayuda el hecho de que se prestó a mostrar sus continuas operaciones de estética o a disfrazarse de todo tipo de personajes, lo que le resta prestigio y credibilidad.

Quizá por eso no se cumpla su deseo de volver a programas y su teléfono lleve años sin sonar. La última vez que estuvo al frente de un proyecto fue en el reciente homenaje que ‘Sálvame’ hizo a la mítica serie ‘Las chicas de oro’, pero ni siquiera esto estuvo exento de polémica y Lydía Lozano (61) una de las participantes, se quejó de la mala organización.

Para Carmen, esta fue una experiencia agridulce, que es como se podría definir también su día a día en ‘Sálvame’. Y es que, a pesar de haber acercado posturas con algunos compañeros como Kiko Hernández (45), sus broncas con otros suelen ser continuas, como la que protagonizó recientemente con Rafa Mora (39).

Y es que la menor de las Campos se sintió profundamente indignada cuando el valenciano puso en duda su trayectoria profesional, afirmando: «Estás aquí por ser la hija de Maria Teresa Campos». Borrego no se quedó callada y fuera de sí le respondió: «Estoy hasta las narices de que digas eso, a ver si te enteras de quién soy yo y lo que llevo haciendo toda mi vida».

Una reacción que para muchos fue demasiado airada, pero que quizá se debiese a la espinita de Carmen de haber acabado convertida en personaje y de no ser capaz de remontar profesionalmente como si ha hecho su hermana. En lo único en lo que le ‘gana‘ es en el amor, ya que ella está felizmente casada y Terelu lleva ya siete largos años sin pareja. Pero eso podría cambiar dentro de poco, porque la presentadora ha recuperado tanto su autoestima que ya se siente preparada para volver a enamorarse.

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Hasta hace no tanto le costaba mirarse al espejo, pero ahora ha aprendido a quererse y a aceptarse tal y como es, y a punto de cumplir 57 años cree que ha llegado el momento devolver a compartir su vida con alguien. Eso si, estos son los requisitos que le pide a su ‘príncipe azul’: «Que no se esté mirando todo el rato lo bueno que está, que acepte que yo no soy un cuerpo Danone, que no sea mudo, pero tampoco un payaso, que tenga los hijos criados… Que no sea un muermo y que le gusten los bares y los restaurantes».

Y quizá una última condición seria que el pretendiente consiga el visto bueno de su hija, Alejandra, que es su debilidad, pero también la fuente de sus desvelos.

UN FUTURO INCIERTO

La joven no termina de encauzar su camino y acaba de llevarse un duro varapalo profesional con la cancelación de ‘Viva la vida’, el programa en el que colaboraba. «Me preocupa mucho su situación laboral, pues era el único trabajo fijo que tenía», ha dicho Terelu al respecto, aunque también ha puntualizado que le hace inmensamente feliz» ver a su hija volcada en sus estudios de interpretación.

Sin embargo, ese es también un mundo muy inestable y a Alejandra le queda un largo camino por delante. Además, aunque debido a su apellido pudiera parecer lo contrario, la joven no lo va a tener fácil para ganarse el aplauso del público, que criticó duramente su papel como colaboradora. En las redes sociales se leían comentarios como, tan sosa, no puede ser» ¿o cobra por estar en silencio?».

Cobrase mucho o poco, ahora Alejandra se ha quedado sin esos ingresos fijos y quizá necesite del respaldo de sus padres para mantener su nivel de vida, ya que ni siquiera tiene tanto tirón en las redes como las hijas de otras famosas y hasta su madre tiene más seguidores que ella.

Y es que Terelu está en un momento cumbre de su carrera, en la que no todo han sido alegrías. Pero ahora le toca disfrutar de esta etapa tan dulce, aunque le amargue ver la desigual fortuna que están teniendo su hermana y su hija. Solo el tiempo dirá si también ellas consiguen encontrar su camino hacia el estrellato y el apellido Campos vuelve a ser lo que un día fue.

Tristeza por Maria Teresa Campos

Si algo está empañando la felicidad de Terelu en estos momentos de su vida es la preocupación que siente por su madre. Ambas han estado unos días juntas en Málaga, pero Maria Teresa se volvió antes de lo previsto. «Me da mucha tristeza porque no veo que mi madre disfrute aquí», ha confesado la presentadora.


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