En 1991, la vida de Michael_]. Fox cambió para siempre cuando le diagnosticaron parkinson.
Tres décadas después, el actor, de cincuenta y nueve años, prosigue su lucha contra la enfermedad. Sin embargo, ahora dice que su memoria no es lo que era.
“Mi memoria a corto plazo está destruida”, revela a la revista <<People», donde habla de su último libro, “No Time Like the Future”.
En él también revela que hace dos años vivió un auténtico calvario al encontrarle un tumor en la medula espinal que no era cancerígeno, pero que crecía rápidamente y le causaba un terrible dolor en todo su cuerpo. Afortunadamente, fue operado y salió bien, pero tuvo que someterse a un tratamiento durante cuatro meses para aprender de nuevo a caminar.
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