Pese a que los británicos parecen haber perdonado a Camila, con motivo de su 75 cumpleaños ha recordado lo traumática y difícil que fue su llegada a la familia real.
En los últimos años, Camila Parker Bowles (74) ha sabido ganarse el cariño de los ingleses y también el beneplácito de Isabel II (96), quien incluso ha expresado su deseo de que, llegado el momento, sea nombrada reina consorte.
Sin embargo, su llegada a la familia real no fue vista con buenos ojos ni dentro de Buckingham ni fuera de sus muros. «No fue fácil. Fui examinada durante tanto tiempo que tuve que aprender a vivir con ello», acaba de admitir en una entrevista con motivo de su 75 cumpleaños, recordando como se sintió en esa época: «A nadie le gusta que le miren todo el tiempo y le critiquen, pero hay que seguir con tu vida».
ABUELA CONSENTIDORA
Entre sus confesiones también ha mostrado sus facetas más íntimas, como la de abuela consentidora -«puedes dar a tus nietos todo lo que les prohíben», ha confesado la esposa confidente con el príncipe Carlos (73), con quien siempre intenta «tomar un té» y «charlar sobre el día».
Y, si tuviera más tiempo, asegura que lo dedicaría a la jardinería, caminar y leer. Todo ello en «la tranquilidad del campo», lo más parecido a su idea «de cielo».
Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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