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Kiko Rivera recuerda su etapa más amarga y confiesa que sufrió «bullying»

El hijo de Isabel Pantoja desvela el infierno que vivió mientras estuvo interno en un colegio de Toledo. «Fui objeto de patadas, puñetazos y robos», afirma el DJ, admitiendo también que ahí surgieron sus «malos hábitos».

No hay duda de que ser hijo de una celebridad no siempre es sinónimo de una infancia y una adolescencia felices. Buena prueba de ello es Kiko Rivera (37), quien acaba de desvelar que sufrió bullying durante los años que estuvo interno en el colegio Mayor de Toledo.

El primogénito de Isabel Pantoja (65) apenas había hablado de su época «más amarga», pero ahora, después de que un antiguo compañero suyo abriera la Caja de Pandora en el programa Socialité recordando el paso del DJ por el centro castellanomanchego, él mismo ha confirmado en sus redes que padeció acoso escolar.

«Es un tema que nunca he tocado, quizá difícil para mí. Sí, me hacían ‘bullying’, me robaban y fui objeto de patadas y puñetazos. Fue una época bastante dura, para qué engañaros, por la simple razón de venir de donde venía», recuerda con sinceridad sin querer caer en el victimismo.

Porque, a pesar de que lo paso muy mal y le costó, Kiko reconoce que consiguió «salir adelante», aunque lo peor es que sus «malos hábitos» surgieron ahí. Además, el benjamín de Paquirri ha aprovechado su confesión para enviar unas palabras de aliento a todos aquellos que estén pasando por una situación similar a la que él vivió en plena adolescencia.

«Me gustaría mandar un mensaje esperanzador a todos los chavales que sufren esto. Se puede salir, no cometéis el error de quedaros callados y caer en malos hábitos», asegura con serenidad.

«NO RECIBÍA VISITAS»

Según contó hace un año Kiko, fue él quien le pidió a su madre que le internara a los 15 años porque tenía un amigo allí que le decía que el colegio «molaba mucho».

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La cantante aceptó con el objetivo de que su hijo se centrara con los estudios, pero nada salió como lo planeado. «Para mi mala suerte, el año que yo entré, mi colega salió. Al final me vi allí, solo y víctima de todo tipo de novatadas», recordaba el DJ. No obstante, el acoso que sufrió por parte de otros alumnos del centro no habría sido el único motivo por el que el hijo de la tonadillera se sintió desamparado.

«A Kiko su madre nunca fue a visitarle. Ni su madre ni prácticamente ningún familiar», aseveró su antiguo compañero.

Una muestra más de que las primeras décadas de vida de Rivera no fueron, en absoluto, ningún camino de rosas.


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