Pese a que nadie lo pudiera haber intuido, ya que se encontraba entre las favoritas para ganar el reality y no sonaba en ninguna de las quinielas, la esposa de Kiko Rivera ha sido expulsada a las puertas de la gran final de ‘GH Dúo’. De entre los cinco finalistas, Irene Rosales era la que menos votos para ganar tenía atesorados hasta el momento (8,3%), por lo que se vio obligada a abandonar la casa de Guadalix. Antes de esto, la joven tuvo la oportunidad de despedirse de su marido, quien fue citado a la sala de expulsión para que hablara a solas con ella. Pese a que nada más entrar Irene le dijo que había sido expulsada, Kiko Rivera estaba convencido de que se trataba de una broma.
“Me da rabia separarme de ti, pero es lo mejor que ha podido pasar porque así todo se concentra en ti”, expuso Rosales. Una vez convencido de que su mujer no le estaba tomando el pelo, el hijo de Isabel Pantoja mostró su pesar: “¡Te dije que no llamaras a la p**a mala suerte!”. Emocionado y cabizbajo, Kiko no quería aceptar el tener que separarse de su esposa. “Es algo muy lógico lo que ha hecho la gente. Han ido a votarte a ti, gordi, te mereces tú el premio. Tú tienes que pagar más cosas, es lo normal”, le dijo esta para animarlo.
Después de intentar ponerle una pulsera con un desconocido valor sentimental, al ver que no le entraba, se la entregó al mismo tiempo que le intentaba levantar el ánimo a toda costa. “Eres una persona enorme y tienes ya los pies sobre la tierra… Piensa a lo que hemos venido”, indicaba Rosales. En ese momento, intervino Jordi González para analizar el paso de la pareja por el concurso. “En tu vida estuviste muchos años perdido, desorientado, y con Irene encostraste un pilar, una brújula”, le dijo el presentador al DJ. “Kiko, tú no te cansas de decir que Irene te lo ha dado todo y que te has reenamorado de ella, si eso es posible, dentro de la casa”.
Pese a la tristeza del momento, el catalán logró arrancarle una sonrisa a Kiko cuando describió la aventura de la pareja en el reality como una continua luna de miel pero sin sexo. “Porque ella no ha querido, ¡eh! Yo estaba dispuesto”, bromeó el miembro del famoso clan. “No habrá sido por falta de ganas”, confesó su esposa. Aunque Irene reconoció que con Kiko ha pasado momentos difíciles, refiriéndose al tema de las drogas, aseguró que nunca dudó de que iba a lograr salir del pozo. “Soy una persona que piensa que todos los momentos difíciles es para hacernos más fuertes, así que espero vengan todos los que sean”, reflexionó. “Nunca he tirado la toalla con él porque sé el corazón que tiene y le conozco. Yo tan solo he tenido que esperar hasta que él supiera que podía lograrlo”.
Antes de despedirse, la expulsada le dio a su pareja un sabio consejo: “Sé fuerte. Piensa con la cabeza y no te vayas por los cerros de Úbeda. ¡Disfruta de la semana que te queda, gordi!”. Además de prometerle a Kiko que iría a ver a su madre, le hizo una suculenta proposición… “En una semana, ¡‘tiki tiki’, gordi!”.
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