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Julio Iglesias: Retiro voluntario

El cantante lleva meses sin salir de su mansión de República Dominicana y este verano tampoco vendrá a España para descansar en la finca que posee en Marbella, donde se encuentran su esposa y sus hijos pequeños disfrutando del verano.

Aunque a pesar de todo La vida sigue igual, tal y como dice Julio Iglesias (78) en la canción que le lanzó al estrellato en el Festival de Benidorm de 1968, lo cierto es que el tiempo no pasa en balde para nadie. Ni siquiera para él. Tanto es así que el madrileño no estaría pasando ni su mejor momento físico ni personal ni profesional. No es un secreto que sus últimos achaques de salud, como los dolores musculares que padece desde hace años o la caída que sufrió el año pasado por la que no podía moverse solo, le han afectado mucho y más aún la difusión de las imágenes el verano pasado en las que se veía cómo era ayudado por unas jóvenes para caminar en su playa privada. La otra responsable de que Julio haya entrado en su particular ocaso es la pandemia. No solo porque ha cancelado todos los conciertos de su agenda -los cuales, por otra parte, eran cada vez más escasos-, sino porque le ha hecho tomar todas las precauciones posibles para no contagiarse. «Estoy escondido al ser una persona de alto riesgo. Me tengo que cuidar y estoy rodeado de las personas de más confianza», le explicó a Carlos Herrera (64).

ALEJADO DE LOS SUYOS

Desde que el coronavirus irrumpió con virulencia en todo el planeta, el cantante decidió recluirse en su mansión de Punta Cana, de donde no sale para nada. Aunque ello le suponga estar alejado de su familia durante meses, tal y como está ocurriendo un verano más. Y es que, mientras él sigue aislado en su refugio de República Dominicana, su mujer, Miranda (55), las gemelas Cristina (20) y Victoria (20) y el benjamín de la familia, Guillermo (14), disfrutan de sus vacaciones estivales en la lujosa finca Cuatro Lunas, que el artista posee en Marbella. Hasta allí también van y vienen en el jet privado de Iglesias los otros hijos de la pareja, Miguel (23) -también conocido como Michael y Rodrigo (22). A pesar de que al principio del verano se esperaba que el intérprete de Soy un truhan, soy un señor llegara antes o después a su paraíso español en la Costa del Sol, ya que está vacunado, lo cierto es que no parece entrar en sus planes y hay que remontarse hasta 2017 para que haya constancia de su presencia en tierras andaluzas.

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PREFIERE EL AISLAMIENTO

Fuentes de su entorno más cercano aseguran que Iglesias no tiene intención de moverse de Punta Cana: «Las gemelas salen y entran, tienen una vida social propia de su edad, llevan a los amigos a casa y todo eso no favorece el estado anímico de Julio. En Punta Cana, todos los empleados están vacunados. Miranda y los hijos también, pero Julio sigue prefiriendo su retiro». Y eso a pesar de que él puede viajar en su avión privado, sin necesidad de mantener contacto con nadie ajeno a su círculo. Por eso hay quienes creen que otro de los motivos por los que se ha retirado de manera voluntaria podría ser que no desea que la gente vea el inexorable paso del tiempo en su rostro y su cuerpo. Y es que si envejecer ya es un amargo trago para muchos, más lo debe de ser aun para un hombre como él, que siempre ha presumido de su atractivo y enorme carisma.

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DÍAS DE SOL Y DIVERSIÓN

Por su parte, Miranda y sus hijos aprovechan al máximo su finca marbellí. Cristina y Victoria son las que parecen disfrutar más de su estancia allí, a juzgar por las imágenes que comparten, en las que también sale Michael, que guarda un gran parecido con su hermano Enrique (46). En su día a día no faltan actividades como montar a caballo, jornadas de piscina y noches de fiesta. Y es que mientras unos se retiran, otros salen a la vida, que, como decía la canción, «sigue igual».


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