La locutora radiofónica se ausente unos meses de su programa para seguir un tratamiento oncológico tras encontrarse unas células malignas en el colon en una revisión.
Julia Otero (61) quiso comunicar personal- mente a sus oyentes del programa radiofónico ‘Julia en la Onda’, en Onda Cero, que permanecerá algunas semanas alejada de los micrófonos para someterse a un tratamiento oncológico tras serle detectadas unas células malignas en un control rutinario. No obstante, Otero está cargada de optimismo y valentía y dice:
La palabra ‘cáncer’ da miedo, pero estoy aprendiendo a pronunciarla en primera persona desde hace seis días. No es fácil, pero ahí estamos. A las cosas hay que llamarlas por su nombre, pues me estoy aplicando el cuento
Explicando que «estaría unos poquitos meses fuera de combate», aunque su médico le ha pedido que «entre quimio y quimio» vuelva a la radio a «dar la tabarra» a sus oyentes. Una noticia que comunicó con mucha entereza y que era respondida con numerosos mensajes de cariño y apoyo tanto de su audiencia como de compañeros de profesión y personalidades de la política y la cultura. Ahora, la periodista emprende un duro camino, pero se muestra fuerte y positiva porque, según el portal digital Informalia, el cáncer de colon que le han diagnosticado se ha detectado de forma muy temprana, lo que augura un buen pronóstico.
OTRO TUMOR CON 19 AÑOS
En esta etapa de lucha cuenta con los dos pilares de su vida, que además son médicos de profesión su pareja, Josep Martínez, que es jefe de urgencias del hospital de Barcelona; y su hija, Candela (23), que acabó sus estudios hace menos de un año y ha estado colaborando como sanitaria durante la pandemia que nos asola, como conté muy orgullosa su madre.
Antes de que conociera a su pareja, al que llama «mi marido» aunque no estén casados, Julia ya habría sufrido el zarpazo de la enfermedad, ya que con solo 19 años se le diagnosticó un tumor abdominal. También ha tenido que ser operada hasta en seis ocasiones por distintos problemas de Salud e incluso tuvieron que extirparle la tiroides y el bazo. Ahora, la enfermedad llama de nuevo a su puerta, pero Julia le plantará cara con optimismo y fortaleza.
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