La justicia reconoce que el cáncer que acabó con la vida del presentador estaba relacionado con el material tóxico que revestía los estudios de Prado del Rey en los que trabajó.
Dos años después de la muerte de José Maria Íñigo, la Justicia ha reconocido que la causa de su fallecimiento fue una enfermedad laboral. Una sentencia histórica, ya que recoge que existen «elementos sólidos» para afirmar que el cáncer que acabó con la vida del mítico presentador se derivó de la exposición continua de este al amianto, un material tóxico que recubría el Estudio 1 de Televisión Española, en el que él trabajó durante tantos años haciendo programas como Directísimo.
MERECIDA RECOMPENSA
Fue el propio periodista el que inicié el proceso judicial tras serle diagnosticado en 2016 un mesotelioma maligno epiteloide, un tipo de cáncer de pulmón muy poco común y asociado al amianto, y tras su muerte, en 2018, su familia recogió su testigo. Pero su viuda, Maria del Pilar Piniella, y los cuatro hijos del periodista, Daniel, Eduardo, Chema y Pilar, no lo han tenido fácil porque la cadena pública intentó desligarse de cualquier responsabilidad. Incluso llegaron a presentar un informe sobre la vida laboral de Íñigo en el que solo reconocían que el presentador había trabajado para TVE 45 días a partir de 2004, de los cuales solo 4 o 5 habían sido en el estudio donde quedó demostrada la presencia del material tóxico. El resto de la dilatada carrera de José Maria en el ente público —que se remonta a los setenta— no figuraba en dicho informe. Televisión Española todavía tiene posibilidad de recurrir, pero la familia está «muy contenta» con la sentencia, tal y como ha asegurado su abogada. La hija pequeña del presentador ha ido más allá y ha afirmado: «La noticia ha sido como un regalo por el Día del Padre».
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