Joaquín de Dinamarca (51) se recupera favorablemente después de que el pasado 24 de julio tuviera que ser operado de urgencia tras sufrir un ictus.
El príncipe estaba de vacaciones en Toulouse (Francia) junto con su mujer, Marie Cavallier (44), cuando empezó a encontrarse mal e inmediatamente fue trasladado al hospital. Esta rápida actuación fue crucial y, según han confirmado los médicos que le tratan, no solo «no tendré consecuencias físicas», sino que «el riesgo de recurrencia es muy pequeño una vez que la arteria se ha curado».
Deja una respuesta