La cantante y el actor han sellado su amor en Las Vegas, por la noche, con sus hijos como únicos testigos y tan felices que ella ha cambiado su apellido por el de su flamante marido.
Una historia de película como la suya solo podía tener un final de cuento de hadas; una boda que pone el broche a un amor que en su día no funcionó y que veinte años después se dio una segunda oportunidad.
Jennifer López (51) y Ben Affleck (49) están locos el uno por el otro y lo han hecho saber al mundo firmando el ‘sí, quiero’ más inesperado y sorprendente: en una capilla de autoservicio en Las Vegas, a las 12:30 de la noche, con la única presencia de sus hijos y la música nupcial sonando por un pequeño altavoz conectado al móvil.
La pareja eligió así un enlace íntimo y casi parece que precipitado, pero nada más lejos de la realidad, ya que la cantante lució dos vestidos: el primero del vestuario de una de sus películas y el segundo del diseñador Zuhair Murad, que acompañó con un brillante discreto en el cuello a juego con los pendientes.
Su flamante marido, por su parte, escogió traje blanco y pajarita.
MUESTRA DE CONFIANZA
Pero detalles aparte, se trata de un paso tan importante para ambos que ella se ha apresurado a cambiar su apellido por el de Affleck, muestra de que confía plenamente en este matrimonio. Como curiosidad, cuatro meses antes dejaron por escrito un acuerdo para su futuro que abarca diferentes puntos, y entre ellos ha sorprendido que anotaran que tendrán sexo un mínimo de cuatro veces a la semana.
Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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