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Isabel Pantoja regresa a los escenarios

La tonadillera aprovechó su único concierto en Jerez de la Frontera para reencontrarse con el público y lanzar varios dardos a Kiko, a Irene y a todos aquellos que le han «hecho daño» a través de mensajes indirectos en sus canciones.

Como buena folclórica que es, todo genio y figura, Isabel Pantoja (65) reapareció tras pasar varios meses recluida en Cantora en su lugar preferido, ese en el que se transforma para dar lo mejor de sí misma: el escenario.

Y lo hizo en un concierto dentro del Tío Pepe Festival de la ciudad gaditana, en el que actuó para su fiel público después de diecinueve meses sin cantar. Sin lugar a dudas, una ocasión muy especial en la que, como si de una copla se tratase, no faltaron emociones a flor de piel, talento y duende, así como pequeñas dosis de polémica, drama y despecho.

Y es que la tonadillera, que se encuentra en plena guerra familiar con su hijo, Kiko (37), ni se mantuvo en silencio acerca del conflicto que existe en el seno de su clan ni dudé en lanzar dardos a aquellos que, de alguna manera u otra, le han hecho daño.

Solo que, en lugar de hacerlo de forma directa y dando nombres, prefirió hacerlo a través de breves, pero concisos mensajes en sus canciones que Isabel enfatizó y en los que muchos han visto pequeñas bombas encubiertas dirigidas a los que considera responsables de su dolor.

«NUNCA TE HA QUERIDO»

Al que fuera el «niño de sus ojos» y su mujer, Irene Rosales (30), pareció dedicar Isabel algunas de las palabras más espinosas. «Y tú viviendo con ella, que nunca te ha querido», entonó con más énfasis de lo habitual en referencia a ellos en una de sus canciones.

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«Le he cantado bajito muchas nanas, muchas nanas», cantó en otro momento, dando a entender que ella siempre se ha desvivido por el bienestar de Kiko, aunque ahora estén más alejados que nunca y con un proceso judicial aún pendiente. Unos mensajes a los que el DJ, que como era previsible no asistió al concierto, ha respondido con otro ataque en su caso, directo a través de sus redes sociales:

«Quiero felicitar a Isabel Pantoja (artista) por el concierto que dio ayer. La música y el arte jamás deben morir. Como madre y como persona ya es otra cosa». Prueba de que continúa muy enfadado con ella y no piensa enterrar el hacha de guerra. Tanto es así que tan solo un día antes del evento presentó su nueva marca de camisetas y accesorios con un logo de una cabeza de toro y un nombre de lo más provocador: Kantora Is Mine —«Cantora es mía», en inglés’—.

ORGULLOSA DE SU TÍA

El concierto de Isabel era muy esperado, ya que debería haberse celebrado el año pasado, pero se pospuso debido a la pandemia. No es de extrañar, por tanto, que bodas las miradas estuvieran puestas sobre un evento que muchos no quisieron perderse por nada del mundo.

Tanto que varias personas mayores habrían llegado a pagar 12.000 euros por una entrada en una estafa que ya esté siendo investigada. No obstante, Kiko no fue el único en no acudir a la cita, ya que tampoco lo hizo su hija, Chabelita (24), que prefirió marcharse de vacaciones a las Rías Baixas con Asraf Beno (25), en lugar de apoyar a la tonadillera en un día tan importante. «Somos los que somos y estamos los que tenemos que estar», aseguro la artista en el escenario por si alguien tenía alguna duda.

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La que no se separó de su lado fue su sobrina Anabel Pantoja (35), quien sin duda es como una hija para ella. La colaboradora de Sálvame no solo estuvo al lado de su tía en todo momento, sino que se encargó de mostrar la trastienda del concierto enseñando el lado más íntimo de Isabel antes de salir al escenario y dejando patente el gran vínculo que mantienen.

Un claro posicionamiento por parte de Anabel en la guerra entre su tía y su primo. Días después aseveró que madre e hijo se echaron «mucho de menos» esa noche, pero lo cierto es que sus ataques mutuos, ya sean indirectos o directos, no pesan.

En un gesto muy suyo. Isabel también se acordó de aquellos que hablan malintencionadamente de su drama familiar con estas palabras cantadas:

«Me hicieron a veces mucho daño, hoy quiero confesar que estoy muy cansada».

Y explico que, aunque ahora ya no tiene tantos amigos alrededor, no le importa porque los que han quedado son los de verdad».


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