La tonadillera tiene pendiente una millonaria deuda con Hacienda y, antes de que la finca sea embargada por el fisco, ha decidido desprenderse de ella. «Está recuperando ofertas que en su momento rechazó», asegura Paloma García Pelayo.
Aunque a sus 65 años Isabel Pantoja tiene la edad a la que la mayoría de la gente empieza a disfrutar de la merecida jubilación con la tranquilidad de ver todos sus asuntos resueltos, la tonadillera está atravesando uno de los momentos más complicados de su vida.
Su situación judicial y económica es tan crítica que la artista se encuentra entre la espada y la pared y ha tenido que tomar una medida desesperada: desprenderse de Cantora. Mucho se ha hablado de la posibilidad de que la mítica Finca cambiara de dueños, pero en el último momento Isabel siempre se echaba para atrás, ya que para ella esta propiedad tiene un Valor sentimental incalculable porque fue donde vivió sus años más felices con Paquírri.
Sin embargo, las últimas informaciones apuntan a que ahora está decidida a dar el paso con la intención de hacer frente a las millonarias deudas que tiene pendientes. «La primera decisión es poner a la venta de manera urgente la finca, por lo que está recuperando ofertas que tuvo en su momento y que rechazó», ha asegurado la periodista Paloma García Pelayo (59), que añade:
«Había dos ofertas en firme inferiores a siete millones de euros». Una cantidad que, según la colaboradora, en su momento “Agustín echo para atrás porque él pedía casi el doble», pero con la que ahora Isabel estaría dispuesta a conformarse, ya que con ella podría pagar todas sus deudas y salir del paso».
¿ACUERDO CON KIKO?
Eso si, para que todo su plan se materialice, tendrá que llegar a algún tipo de acuerdo con Kiko Rivera (38), ya que, como heredero de Paquírri, es propietario del 47,6% de la finca. El DJ ha querido venderla en más de una ocasión, incluso llegó a tener ofertas sobre la mesa, pero su madre se había negado.
Sin embargo, quizá ahora cambien las tornas y sea él quien no quiera dar el paso, sobre todo si madre e hijo no logran limar sus asperezas. Algo que a la tonadillera le interesa más que a nadie, puesto que se le acaba el tiempo para hacer frente a los 414.000 euros que le reclama Hacienda y a la cerca del millón y medio que debe al banco por impagos atrasados de la hipoteca que pesa sobre Cantora.
De ahí que García Pelayo asegure que la artista tiene «una necesidad imperiosa» de vender la finca, de la que ha estado a punto de ser desahuciada. Pero según el periodista José Antonio Avilés (26), en el Último momento logró ganar tiempo: «Isabel ha conseguido llegar a un acuerdo ‘in extremis’ con Hacienda y pagará su deuda gracias a una gira por Latinoamérica». Al parecer, la cantante se ha comprometido a entregar al fisco el 80% de lo que recaude en sus próximas actuaciones en Chile, Argentina y Perú, pero si se retrasa en un solo pago tendría que hacer frente a la deuda total más los intereses.
UN FUTURO MUY INCIERTO
Para Isabel no habrá sido nada fácil tomar la decisión de colgar el cartel de «se vende> en Cantora, pero, además de haberse dado cuenta de que es la única solución a sus problemas, la reciente muerte de doña Ana la ha animado a dar el paso.
«Quiere salir de allí porque no soporta los recuerdos asociados a su madre y quiere un nuevo comienzo», asegura Antonio Rossi (41). Lo que no se sabe a ciencia cierta es donde fijara su residencia una vez que se vaya de la finca de Medina Sidonia, ya que también ha ido malvendiendo otras muchas de las propiedades que tenía.
Pero esa es ahora la menor de sus preocupaciones, ya que lo que no le deja dormir y la tiene aterrorizada es la sentencia del juicio por insolvencia punible que está a punto de salir y que podría revivir su peor pesadilla volver a la cárcel. No en vano, el fiscal se ha ratificado en su decisión de solicitar tres años de prisión para ella.
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