Íñigo Onieva intenta recuperar a Tamara Falcó

El empresario, que sigue muy enamorado de la marquesa de Griñón, ha pedido a la famosa joyería en la que compró el anillo de compromiso que lo transformen y lo hagan crecer como símbolo de su amor.

Las cosas no han salido como Íñigo Onieva (33) esperaba. Una imagen besando a otra mujer en un festival de música dinamitó su ilusión de casarse con Tamara Falco (40). Ella, que solo un día antes había anunciado su compromiso a bombo y platillo en Redes Sociales y en ‘El hormiguero’, el programa en el que colabora, abandonó la casa que compartía con el empresario en Madrid. Pero antes dejó el anillo de compromiso para que su ya expareja fuera consciente de que su ruptura era definitiva.

MOMENTOS DE REFLEXIÓN

Sin embargo, parece que Íñigo no está dispuesto a pasar página tan rápido y no pierde la esperanza de volver con la marquesa de Griñón, según aseguran varios medios. El madrileño sigue enamorado de ella y sus intenciones son casarse y formar una familia con la que considera que es la mujer de su vida. De hecho, Lydía Lozano (61) confirmó, después de hablar con amigas del entorno de la pareja, que podría haber una reconciliación.

Quizá ese sea el motivo por el que el socio de la discoteca Lula se reunió con dos representantes de la joyería en la que compro el anillo para pedirles que lo custodien y transformen, con la intención de hacerlo crecer y cerrarlo totalmente, el original era abierto por si se lo vuelve a entregar a Tamara en un futuro, tal y como asegura Antonio Rossi (42).

Esta decisión la tomó solo un día después de responder en público tras los acontecimientos del último mes. Poco después cogió un avión junto con su madre para viajar a Estambul (Turquía), donde ha pasado unos días de reflexión. Al mismo tiempo, Tamara peregrinó hasta Lourdes (Francia) y, curiosamente, lo hizo con la tía de su ex. La hija de Isabel Preysler (71) viajó como voluntaria de las Damas Hospitalarias, ayudando a los más desfavorecidos y refugiándose en la fe en estos momentos.