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Hidrata tu piel

La importancia de hidratar la piel con crema corporal

Usar una buena crema corporal debería ser indispensable en la rutina diaria de belleza para que la piel luzca bonita y tersa. Mucha gente es consciente de la relevancia que tiene hidratar bien la piel, pero no todo el mundo lo hace correctamente y de forma religiosa todos los días, como es lo recomendable si realmente se desea obtener buenos resultados.

La mayoría solo hidrata a diario su cutis, probablemente la parte más cuidada de todas, pero olvida el resto del cuerpo, cuando es igual de importante. Un gesto tan sencillo como aplicarse una buena capa de crema corporal después de la ducha debería formar parte indispensable de la rutina de belleza diaria por muchas razones. Una de ellas, para que luzca bonita, tersa y suave.

Otra, para que esté lo más saludable posible y para evitar diferentes problemas dermatológicos como una excesiva sequedad, marcas, arrugas y flacidez. Por supuesto, también para regenerar las células dañadas por las diferentes agresiones externas a las que se enfrenta día a día, tales como los cambios de temperatura o la contaminación.

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Sin olvidar que resulta esencial tras la exposición al sol. Por si esto fuera poco, la crema para la piel del cuerpo nos puede ayudar a tratarla, por ejemplo, combatiendo estrías y/o celulitis. Todo depende de los ingredientes que lleve su fórmula.

PARA TODAS

El universo de las cremas corporales es muy amplio, lo que, por un lado, supone una ventaja, ya que existen multitud de opciones por las que apostar, pero, por otro, puede resultar un poco confuso a la hora de decidirse por una u otra. Para elegir la que mejor se adapta a cada persona, se aconseja tener en cuenta las necesidades específicas de la piel. Por ejemplo, quien la tenga excesivamente seca debería optar por una que proporcione una alta hidratación o que sea reparadora. Una vez escogida, las recomendaciones de aplicación son sencillas. Lo ideal es extenderla con suaves masajes circulares por todo el cuerpo, con los dedos de la mano, siempre después de la ducha y antes de vestirse por la mañana o de irse a la cama por la noche.


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