Gala Caldirola, la leona expulsada de ‘Supervivientes 2025’, se reencuentra con su cara… y le encanta
¡Paren las rotativas, que Gala se ha mirado al espejo y no se ha desmayado! Al contrario, la chica está encantada con su versión modo “selva total”. Tras 38 días sobreviviendo a base de cocos, picaduras y alguna que otra lágrima, la ex de Mauricio Isla ha dicho adiós a los Cayos Cochinos. Y aunque no se ha llevado el cheque, se ha llevado un tipazo, un bronceado de escándalo y un chute de autoestima como pocas veces se ha visto en la tele patria.
La despedida tropical
La historia de Gala en Supervivientes 2025 ha sido como un smoothie sin azúcar: duro de tragar y nada dulce. La muchacha lo intentó, se peleó con el hambre, con la humedad, con los bichos… y probablemente con sus propios demonios. Pero al final, el público —que siempre tiene la última palabra y a veces el peor gusto— decidió que era momento de hacerle las maletas. Tercera expulsada definitiva. Gracias por participar.

¿Y cómo lo encajó nuestra diva? Pues más feliz que unas castañuelas. “Estoy feliz. Necesito un abrazo de mi madre, mi padre y mi hermano”, soltó en directo a Sandra Barneda mientras intentaba contener las lágrimas… o el hambre.
El espejo mágico (y el golpe de autoestima)
Y ahí llega uno de los momentazos que Telecinco vive esperando: el reencuentro con el espejo. Después de más de un mes sin ver su cara, Gala se planta frente al cristal como si estuviera en un reality de Disney, pero con más piojos. “¡No me acordaba ni de mi cara!”, exclamó, flipando en technicolor.
Pero lo mejor fue cuando se vio y, lejos de gritar de terror como haría cualquiera tras 38 días sin maquillaje, se gustó. Pero se gustó nivel editorial de moda. “Me gusta este look salvaje, como una leona”, dijo, canalizando a su animal interior y citando de paso a Makoke, que aparentemente ya la había avisado del glow-up tropical.

Coco, bronceado y autoestima en vena
“Estoy flaca, muy flaca. Me gusta cómo me ha quedado la tripita”, confesó, mientras medio país empezaba la dieta del coco sin consultar al nutricionista. Picaduras, heridas, ojeras y probablemente hongos, pero ella feliz de la vida. Y es que hay algo que ni los mosquitos ni el hambre pueden apagar: el ego bien colocado.
Y por si alguien tenía dudas de cómo se sentía, Gala lo dejó clarinete: “Me gustas más ahora. Eres natural, guerrera, asalvajada. Estoy superorgullosa.” Básicamente, se ha dicho a sí misma lo que todas queremos que nos diga el espejo antes de una cita.
Adiós Honduras, hola peluquería
La despedida no fue solo con lágrimas de cocodrilo. Gala tenía clarísimo lo primero que haría al pisar suelo español: ir a por una manicura que resucite sus uñas y dejar que un profesional le toque el pelo con cariño. Eso sí, antes: ¡el banquete! Porque chica, tras 40 días con el menú coco deluxe, cualquiera sueña con un buffet libre. “No vuelvo a dejar comida en el plato ni a hacer dieta nunca más en mi vida”, sentenció. Apúntalo, que esto va a examen.

La loca más divertida de la redacción de GATITAROSA. Rosa… muy rosa… y alocada nuestra nueva incorporación. Redactora de “Supervivientes 2023” y otros cotilleos televisivos.
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