El Vaticano se convierte en el epicentro de la emoción y la solemnidad mundial para despedir al papa Francisco.
Un evento de Estado que ha congregado a las figuras más relevantes de la política internacional, las casas reales europeas y las altas jerarquías eclesiásticas, en un marco absolutamente blindado para garantizar la seguridad. La plaza de San Pedro se ha vestido de luto y recogimiento para acoger a miles de fieles venidos de todo el mundo, en un día que quedará grabado en los anales de la historia contemporánea.
Un adiós multitudinario: delegaciones de 200 países rinden homenaje en Roma
La capital italiana ha recibido a lo largo de las últimas horas a cerca de 200 delegaciones internacionales, una muestra del profundo respeto y admiración que el papa Francisco suscitó durante su pontificado. Presidentes, primeros ministros, reyes, príncipes herederos y representantes diplomáticos de los más variados rincones del planeta se han dado cita en el Vaticano.
El dispositivo de seguridad desplegado ha sido sin precedentes, con calles cortadas, acceso restringido a las inmediaciones de la Santa Sede y controles exhaustivos para acceder a los actos oficiales. El mundo entero, representado en Roma, ha querido ofrecer su último adiós a uno de los pontífices más queridos de la era moderna.
Haakon de Noruega y Mette-Marit: presencia real pese a las adversidades
El príncipe heredero Haakon de Noruega no ha querido afrontar en solitario este momento histórico.
Si bien se había anunciado inicialmente su asistencia sin acompañante, finalmente ha estado junto a su esposa, la princesa Mette-Marit, quien, a pesar de los problemas de salud que la aquejan, ha hecho un gran esfuerzo para estar presente.
Mette-Marit, ataviada según el riguroso protocolo luctuoso, lució un elegante abrigo de corte en A y un delicado velo de encaje negro. Su gesto ha sido interpretado como un acto de profundo respeto y compromiso institucional, reforzando la importancia que la familia real noruega concede al legado del papa Francisco.
Carlos Gustavo y Silvia de Suecia: fidelidad y constancia al Vaticano
Los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia han reafirmado su compromiso con la Iglesia Católica asistiendo personalmente al funeral.
A pesar de su edad avanzada, ambos monarcas han considerado indispensable su presencia en este evento de magnitud global.
Tal como lo hicieron en 2005 para despedir a Juan Pablo II, los soberanos suecos han querido rendir homenaje en esta ocasión al papa Francisco. Su llegada a la Basílica de San Pedro ha sido recibida con respeto y admiración, símbolo de su histórica cercanía a los valores defendidos por el pontífice.
Joe Biden: el primer líder internacional en tomar asiento
El expresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha sido de los primeros en llegar a la ceremonia, marcando un gesto de profundo respeto hacia la figura papal.
Acompañado de su esposa, Jill Biden, el exmandatario estadounidense ha saludado cordialmente a las personalidades presentes, esperando pacientemente la llegada de la delegación oficial norteamericana.
La presencia de Joe Biden, ferviente católico, ha sido especialmente significativa en este contexto, reflejando el estrecho vínculo que mantuvo con el papa Francisco durante su mandato presidencial. Biden ha sido uno de los líderes mundiales que más abiertamente manifestó su admiración por la labor humanitaria y espiritual del pontífice argentino.
Un evento de trascendencia histórica
La misa funeral del papa Francisco no ha sido simplemente un acto religioso, sino un acontecimiento de enorme relevancia política y social.
La presencia de jefes de Estado, casas reales, primeros ministros y representantes de organismos internacionales como la ONU, la Unión Europea y la Unesco ha puesto de manifiesto la influencia mundial del legado papal.
Desde América Latina hasta Asia, pasando por África y Europa, las delegaciones han querido mostrar su gratitud hacia un pontífice que supo tender puentes entre culturas, religiones y naciones, abogando siempre por la paz, la justicia social y la dignidad humana.
Roma, capital espiritual del mundo durante unas horas
La ciudad de Roma se ha transformado en el corazón espiritual del planeta, acogiendo a creyentes y no creyentes que han querido sumarse a esta despedida histórica.
Hoteles llenos, calles abarrotadas y una atmósfera de recogimiento han marcado las últimas jornadas en la capital italiana.
Los actos litúrgicos, transmitidos en directo a más de 150 países, han permitido que millones de personas siguieran desde sus hogares este emotivo adiós. La plaza de San Pedro, enmarcada por las columnas de Bernini, ha vibrado con oraciones, cantos y momentos de silencio cargados de emoción.
El mundo despide a un papa transformador
El papa Francisco pasará a la historia como uno de los líderes religiosos más influyentes del siglo XXI.
Su enfoque abierto, su preocupación por los pobres y marginados, su compromiso con el medioambiente y su valentía al abordar temas difíciles dentro de la propia Iglesia han dejado una huella imborrable.
Su funeral ha sido el reflejo de una vida dedicada a tender puentes en vez de levantar muros, a promover el diálogo interreligioso, la paz y la fraternidad universal. Las lágrimas, los homenajes y las palabras de quienes lo han despedido en Roma no han hecho más que confirmar la magnitud de su legado.
Melissa Reginald es una experta en Casas Reales, y a la que muchos consideran como la Jaime Peñafiel en la sombra. Poco amiga de los medios audiovisuales porque siempre ha sido muy celosa de su intimidad. Sabe mucho. Habla lo justo.
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