Un reencuentro cordial
La viuda y los hijos del noble se reunieron en el funeral celebrado quince meses después de su muerte, y demuestran así que su relación, aunque no Huida, si es respetuosa. «Ha ido fenomenal», afirmó Tamara.
Un año y tres meses después de que Carlos Falco falleciera a causa del coronavirus, su viuda, Esther Dona (43), y sus cinco hijos -Tamara (39), Xandra (54), Manolo (57), Duarte (27) y Aldara (21)se vieron las caras para celebrar su funeral en la basílica de San Francisco el Grande de Madrid. Un sentido homenaje que supuso el reencuentro público de la cuarta esposa del marqués de Griñón y los Falco, que demostraron que, a pesar de no mantener una relación fluida ni habitual, si tienen un trato respetuoso. Tanto es así que la modelo se sentó junto a Tamara y Xandra durante el oficio. A1 preguntarle a la salida del templo por como estaban las cosas entre ellos, Esther aseguré que «muy bien». Por su parte, la hija de Isabel Preysler (70) afirmo, sin entrar en detalles, que todo había ido «fenomenal». Hay que recordar que Dona fue la gran ausente del acto que tuvo lugar en honor de su esposo el 1 de junio en Madrid Fusión, al que si acudieron sus hijas. «En ningún momento tuve conocimiento de este homenaje al que habría asistido si hubiese sido invitada», explico la malagueña. Oficiada por el padre Ángel (84), la ceremonia contó con instantes tan emotivos como las bonitas palabras de Xandra al comienzo. «Fue el mejor padre, el mejor abuelo, el mejor amigo», aseveró. También sonó My Way, de Frank Sinatra, en su recuerdo. La infanta Elena (57) y Carmen Lomana (72) fueron algunos de los asistentes al funeral.
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