Enrique Ponce y Ana Soria atraviesan su peor momento

Un año y medio después de comenzar su historia de amor, su noviazgo se tambalea, ya que, al parecer, la joven no vería con buenos ojos la vuelta a los ruedos de Ponce y espera una petición de matrimonio que no llega.

Enrique Ponce y Ana Soria: A pesar de los desmentidos… ¡Rumores de crisis!

Desde que Enrique Ponce (50) y Ana Soria (24) decidieron apartarse del foco mediático cerrando sus redes sociales, en las que habían mostrado orgullosos su amor, poco se ha sabido de ellos. Aparentemente, disfrutaban de su hogar almeriense, pero no todo parece que sea de color de rosa para ellos. Así al menos lo asegura su entorno, el cual afirma que la pareja estaría atravesando una gran crisis sentimental por varios motivos.

Uno de ellos sería la vuelta a los ruedos del diestro, que está prevista para el próximo mes de marzo en México. Una corrida a la que seguirían otras en el continente latinoamericano. «Ella esperaba que su retirada fuera definitiva, y no es así. Enrique prepara gira en América y Ana, casi con toda seguridad, no podrá acompañarle porque tiene que volver a sus estudios de Derecho», explica una fuente cercana.

A esto se le sumaría el deseo que tiene la joven de pasar por el altar, un anhelo que el diestro no parece compartir por el momento, ya que no hay que olvidar que no hace mucho que se divorció de Paloma Cuevas (49) tras casi un cuarto de siglo casados.

Tampoco parece que la nueva vida del torero junto a la joven le satisfaga por completo. “Enrique no acaba de adaptarse a la vida, aburrida, en Almería, y Ana espera un sí por respuesta a su intención de casarse con Ponce, un sí que brilla por su ausencia», resume su entorno.

¿YA NO VIVEN JUNTOS?

Una vecina de la pareja va más lejos y aseguró al programa ‘Socialité’ que ya no viven bajo el mismo techo. “Enrique lo está pasando bastante mal por si se filtra la noticia y está desmejorado», desveló esta mujer.

Lo cierto es que el torero dio un cambio radical a su vida por amor y quienes le conocen confirman que echa de menos la vida que llevaba antes, en el campo, que le encanta, y cerca de sus dos hijas. Algo que no tiene solución ni vuelta atrás, así que sus planes pasan por ilusionarse con su vuelta a los ruedos y su posible debut musical. Planes que Ana no vería con buenos ojos y que podrían acabar con un noviazgo que, de llegar a su fin, habría durado un año y medio.

Mientras, ellos guardan silencio, será el tiempo quien se encargue de confirmar o no la noticia.