El pasado 29 de noviembre, el piloto francés de Fórmula 1 Romain Grosjean sufría un terrible accidente a más de 200 kilómetros por hora en el Gran Premio de Bahréin.
Su monoplaza se vio envuelto en llamas y muchos se preguntan como logró salir por su propio pie, con tan solo quemaduras leves en las manos y los tobillos, después de pasar veintiocho segundos entre las llamas.
La respuesta está en Espana. Su mono ignífugo fue fabricado en la fábrica DuPont, en Asturias, y homologado en el Instituto Tecnológico Textil (Aitex) de Alcoy (Alicante).

«Cuando el traje de ‘nomex’ -material del que está hecho se expone a un calor intenso, sus fibras aumentan de grosor y se carbonizan absorbiendo energía térmica en el proceso», explican desde DuPont.

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