La nueva cúpula directiva, presidida por Borja Prado, y por el consejero delegado, Alessandro Salem, ha remitido a toda la plantilla un catálogo de normas de obligado cumplimiento que prohíbe taxativamente a los presentadores o colaboradores emitir opiniones, preferencias o comentarios políticos en los programas de entretenimiento.
Y es que el nuevo código ético que hay en Mediaset es ya imparable y entró en vigor con carácter urgente ayer lunes.
A las informaciones que ya se había hecho públicas en las que se “aconsejaba” (prohibia) mencionar a Rocío Carrasco, Fidel Albiac, Olga Moreno, Kiko Rivera, Antonio David Flores Marta Riesgo, Bárbara Re y Rosario Mohedano, se ha unido la entrada en vigor del nuevo código ético en Mediaset tras la marcha de Basile.
El nuevo código ético fue aprobado por el consejo de administración el pasado 30 de enero y ha sido promovido personalmente por el Señor Alejandro Salem.
El código prohíbe las opiniones de corte político, que solo se podrán expresar en formatos de actualidad que cuenten con una sección específica, como ocurre, por ejemplo, en El programa de Ana Rosa. Pero está terminantemente prohibido opinar de temas de política en otros espacios de entretenimiento como Sálvame, “en el que los presentadores y colaboradores tienden frecuentemente a realizar comentarios de índole política y a criticar sin reparos a sus compañeros de plató. Los programas de entretenimiento son, eso mismo, de entretenimiento y, por lo tanto, sus presentadores y colaboradores deben abstenerse de emitir opiniones, preferencias o comentarios políticos en el seno del programa”, expone la directriz, en clara alusión a las salidas de tono de Jorge Javier Vázquez en los programas en los que él aparece. ¡Vamos! Que lo de que Mediaset es una cadena de rojos y mari**** ha pasado a mejor vida.
El código ético de Mediaset establece también en otros puntos que afectan directamente a Sálvame y a los programas de “La fábrica de la tele”.
Se pone freno a las salidas de plató y abandonos habituales «sin causa justificada» de presentadores y colaboradores en directo. De hacerlo, «se tendrá por definitiva a efectos contractuales», o lo que es lo mismo… ¡Si te vas… no vuelvas!
También se quiere impedir la guerra entre las productoras de confianza y los programas de la propia cadena, como ha ocurrido entre Sálvame (La Fábrica de la Tele) y El programa de Ana Rosa (Unicorn Content) a raíz de la docuserie de Rocío Carrasco y también en Fiesta, con una de sus reporteras, Marta Riesco, la pareja de Antonio David Flores, que llegó a citar al presidente de Mediaset, Borja Prado, en una disputa en directo con Cristina Porta, colaboradora del espacio de Jorge Javier. El incumplimiento de estos principios se considerará «falta laboral» sancionada como tal.
El perseguir, hablar y menospreciar a empleados de la cadena está terminantemente prohibido. En definitiva, que no se va a poder hablar de Marta Riesco. ¿Entendido?
El nuevo código ético también recalca que “los presentadores deben conducir y ordenar” el curso del programa, “deteniendo de inmediato cualquier iniciativa de cualquier colaborador o participante del programa que pueda dar lugar a una evidente responsabilidad penal o civil”. Asimismo, los contenidos del programa, la forma en que se abordan y las expresiones utilizadas “deben ser acordes a la franja horaria en la que se emite”.
Con todo esto.
¿Tiene cabida un espacio como “Sálvame” en la actual parrilla de programación de Tele 5?
Parece que el nuevo código ético es la crónica de una muerte anunciada.
Comentarista de todo esto de la prensa del corazón, llamémosle prensa rosa. Adicta al famoseo habitual de los programas de telerrealidad.
Deja una respuesta