Radiante y arropada por su familia, la actriz recibió el Premio Nacional de Cinematografía y ofreció un discurso muy conmovedor en el que incluyó un especial recuerdo a su padre, Eduardo, fallecido hace siete años.
Penélope Cruz (48) se ha convertido en la protagonista indiscutible de la 70.ª edición del Festival de San Sebastián. Y no solo por la lección de estilo que ofreció con tres impecables estilismos de su firma de cabecera, Chanel, sino por el conmovedor momento que protagonizó al recibir de las manos de su amiga Goya Toledo uno de los reconocimientos más importantes en nuestro país.
Bajo la atenta mirada de su madre, Encarna, y de su hermana, Mónica (45), que se encontraban entre el público, la ganadora de un Oscar pronunció uno de los discursos más emotivos y personales de su carrera. En él no faltaron referencias a los directores que han marcado su carrera -Bigas Luna, Trueba y Pedro Almodóvar y un agradecimiento a sus padres por su «inmensa generosidad» y por apoyarla en un camino que, a priori, «les era tan ajeno».

HUBIERAS DISFRUTADO
Pero al mencionar a su padre, Eduardo, fallecido hace siete años, tuvo que contener las légrimas «Gracias, papá, donde estés. Hubieras disfrutado mucho de este momento», dijo, sin dejar de mencionar «la entrega» de su madre hacia sus hijos, «un modelo de referencia para entender la vida». Las lágrimas volvieron a aflorar al dedicar este reconocimiento a su marido, que no pudo acompañarla por encontrarse rodando la segunda parte de ‘Dune’ fuera de España, y a sus dos hijos, Leo (11) y Luna (9), «lo más maravilloso de este mundo».


Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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