Irene Rosales no ha disimulado el cabreo que lleva con su marido después de que este saliera a los medios llorando, diciendo que estaban pasando muchos apuros económicos y que tan solo cobraba 700 euros (palabras que tampoco tuvieron una acogida favorable en las redes sociales, que le recordaron en hijo de La Pantoja que en España había mucha gente mucho peor que él)
El directo de Kiko me pilló fuera, no me gusta que cuente mis intimidades. No sé por qué habla de esas cosas tan privadas, de lo que gana o no gana, de lo que cobra… Él se piensa que habla con dos personas y no se da cuenta de que lo lee mucha gente.
Yo sí que tengo un trabajo, pero no para tener un colchón. La mayoría de los sitios a los que me he ido ha sido por publicidad. No me voy a sitios de lujo porque prefiero ahorrar dinero para comprarme una casa, un coche, o para el futuro de mis hijas.
Le ofrecieron dos bolos, pero prefirió no hacerlos por las niñas y porque hemos estado mucho tiempo en Cantora y allí está su abuela. Y por mi padre también.
Me senté con Kiko y le expliqué que él cobra 700 euros, pero yo, por suerte, tengo mis cosas de publicidad con redes sociales
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