Son más que esenciales para que nuestro organismo funcione correctamente, pues una deficiencia puede derivar en distintos trastornos y problemas de salud. Por eso resulta imprescindible incluirlos en nuestra alimentación diaria.
Al igual que las vitaminas, los hidratos de carbono o las proteínas, los minerales son indispensables para que nuestro organismo funcione bien. Por eso debemos apostar siempre por alimentos ricos en ellos, pues una deficiencia puede costarnos problemas serios de salud a la larga. Por fortuna, la naturaleza nos proporciona grandes fuentes minerales esenciales como estas:
Frutos secos. La mayoría de ellos nos aportan calcio, cobre, hierro, fósforo, magnesio, selenio y zinc. Por eso, todos los nutricionistas aconsejan comer un puñado a diario.
Legumbres. Las lentejas, las alubias y los garbanzos, entre otras, podrían considerarse manantiales de cobre, hierro, potasio, fósforo, magnesio y zinc. Por si esto fuera poco, también proporcionan fibra y proteínas de origen vegetal.
Pescados y mariscos. Los primeros aportan calcio, potasio, fósforo, magnesio y selenio, mientras que los segundos son ricos en cobre, hierro, fósforo, selenio y zinc. El salmón, la caballa y el atún, así como las ostras, los mejillones, las almejas y las vieiras son los reyes acuáticos de los minerales.
Vegetales de hoja verde como las espinacas o las coles de Bruselas, las manzanas, las uvas y las fresas son las verduras y frutas que más minerales regalan al organismo.
Redactora de GATITAROSA.COM Experta en nutrición y dietética. Actualmente, lleva la sección de alimentación y nutrición de la revista.
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