Mañana, 28 de mayo, se celebra el Día Internacional de la Hamburguesa. Y es que la hamburguesa es el plato internacional quizá de más relevancia a nivel mundial, que une culturas. Si hablamos del origen de la hamburguesa, aún no está claro, pero la versión que tiene más adeptos se remonta a finales del siglo XIX y está algo discutido sobre si se creó durante una feria o si la creó un cocinero llamado Louis Lassen tras darle la receta unos marineros de Hamburgo. Las fechas datarían desde la primera versión del 1834 hasta finales de siglo.
A pesar de la creencia de que las hamburguesas no son buenas para una dieta equilibrada, los expertos coinciden en que la hamburguesa es un plato muy equilibrado que puede incorporar perfectamente a cualquier dieta y requerimiento u opción alimenticia. Claro está, todo dependen la calidad y donde se coma, pero si la hamburguesa está bien hecha y sin procesados, puede ser igual de saludable que otro plato. El problema es que en nuestro imaginario siempre relacionamos las hamburguesas con su versión de menos calidad y de comida rápida.
De hecho en sus origenes, en Inglaterra llamaron a la hamburguesa Salisbury Steak, después de que el Dr. James H. Salisbury recomendara a sus pacientes que comieran hamburguesas de carne bien hechas tres veces al día, con agua caliente antes y después, para aliviar la colitis, anemia y otras enfermedades.
¿Hamburguesa con pan? La primera hamburguesa no se comió entre las mitades de dos panecillos distintos a los del sándwich hasta principios del siglo XX.
Hoy en día encontramos un sin fin de versiones de hamburguesas: en forma de comida rápida, gourmet o en cadenas que cada vez se están expandiendo más por todos los lugares, hasta vegetarianas o veganas.
La Razón
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