Así de tierno y divertido se ha mostrado el futbolista junto con su hija Harper (9).
No es ningún secreto que ella es su «ojito derecho» y la muñeca de la familia, por lo que el británico no dudó en ponerse unas orejas de conejo para pasar un buen rato con la pequeña.
Y es que David no solo es guapo simpático, también es un padre entregado dispuesto a lo que sea por sus hijos.
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