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David Bisbal: Sus secretos jamás contados

El artista celebra también 20 años desde su primer éxito, ‘Corazón latino, consagrado como un ídolo mundial, puesto al que ha llegado gracias a su talento y un carácter único, definido por detalles de su biografía poco conocidos.

Este año está siendo muy especial para David Bisbal, que el próximo 5 de junio cumple 43 años. Dos días antes, celebra dos décadas de la publicación de su primer disco, ‘Corazón latino’, que fue su primera incursión en el panorama musical tras su participación en ‘Operación Triunfo’ y que marco la senda del éxito en la que sigue transitando desde entonces.

El álbum alcanzó el número uno en solo una semana. Un debut por todo lo alto que, además, era toda una declaración de intenciones porque el artista almeriense sigue fiel al nombre con el que bautizo este trabajo y continúa defendiendo sus raíces y los ritmos latinos.

«Considero un orgullo decir que soy de Almería, de España y que los orígenes de mi cultura son flamencos. Me siento muy español y esa es mi idea de la música que hago», explico hace tiempo.

Una filosofía que sigue a rajatabla y que le ha hecho embajador de su tierra por todo el mundo, porque Bisbal es mucho más que un ‘triunfador’; es uno de los artistas españoles más internacionales, querido y respetado tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Quienes le conocen aseguran que gana en las distancias cortas y que, lejos de mostrarse como un divo, sigue conservando la cercanía y la humildad de los primeros años.

Esa empatía es una de las cualidades que atesora y que, unida a su amor por los niños, ha propiciado que vuelva a ser ‘coach‘, por tercera vez, de ‘La Voz Kids’, en Atresmedía. Y si en el terreno laboral no puede irle mejor, en el personal tampoco puede pedirle más a la vida. Ha formado la familia que siempre soñó con Rosanna Zanetti (33), con la que tiene dos hijos, Mateo (3) y Bianca (1), a los que se une su primogénita, Ella (12), fruto de su relación con Elena Tablada (41).

Ellos son el motor de su vida junto con sus padres y sus hermanos, a los que está muy unido porque si algo es David es un hombre muy familiar. Cabe pensar que tras dos décadas en lo más alto del panorama musical se sabe casi todo sobre su vida, pero su biografía está plagada de pequeños detalles y secretos que configuran su forma de ser y de entender la vida y su profesión y que han tenido mucho que ver en la consecución del éxito.

RAÍCES FLAMENCAS

Estrella e ídolo mundial, puede presumir de mantener los pies en el suelo, algo que es fruto del ejemplo de sus progenitores, sus dos referentes vitales. Su padre, José, fue funcionario del ayuntamiento y trabajó en la biblioteca después de probar suerte como boxeador con notable éxito; su madre, Maria, era modista. Se crio en un hogar humilde de Almería junto con sus hermanos mayores, Maria del Mar y José Maria, y desde pequeño le inculcaron la cultura del esfuerzo y el trabajo duro.

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Las raíces artísticas le vienen por vía paterna, ya que su padre formó parte de un trío de música flamenca y sus tíos se dedican a la música. David siempre se sintió atraído por este ambiente y se pasaba el día emulando a sus artistas favoritos y cantando en su habitación frente al espejo. Sus referentes en esa tierna infancia eran Camarón de la Isla y Sergio Dalma, cuyas cintas de casete sigue guardando como el tesoro que fueron para él en esos años.

Una muestra del apego y sentimentalismo que le caracterizan. A estos artistas de tan variado estilo se une otro de los grandes, Luis Miguel, que era el ídolo al que quería parecerse cuando empezó a dar sus pasos a nivel profesional, sin saber que años después estaría en el mismo olimpo musical que él. Bisbal siempre ha reconocido ser muy tímido -aunque no lo parezca-, y desde pequeño utilizó su gracia natural y su simpatía para contrarrestarlo.

Además, descubrió que se le daba bien contar chistes y era fan de Chiquito de la Calzada. «No os podéis imaginar lo importante que fue para mí, esté gran artista durante mi adolescencia. En aquella época grababa todas sus intervenciones en todos los programas de televisión. Me sabía de memoria todos sus chistes y después no paraba de imitarle», escribió junto a una imagen con el humorista tras el fallecimiento de este.

Imitándole se convirtió en el rey del instituto, aunque este título no le duro mucho porque los libros no terminaron de conquistarle; de hecho, siempre ha admitido que fue un mal estudiante y solo llegó hasta segundo de BUP. De haber sido más estudioso y constante, le hubiera gustado ser biólogo marino, ya que todo lo relacionado con el mar le apasiona.

Pero a esa edad cualquier cosa le motivaba más que los libros. A los 16 años decidió dejar los estudios y, aunque su sueño era dedicarse a la música, sus padres decidieron apuntarle a un taller forestal para que aprendiese una profesión. Este curso le abrió las puertas de su primer trabajo, que fue como jardinero en el vivero municipal. Y el destino quiso que la dueña del mismo le escuchara cantar mientras trabajaba. Maravillada por su voz, le propuso presentarse al ‘casting’ de la orquesta Expresiones, de la que su marido, Pepín, era productor.

Tenaz y soñador, David no se lo pensó dos veces y recién cumplidos los 18 se integró en esta familia que llevaba cuatro décadas recorriendo las fiestas de los pueblos y amenizando las veladas. En ese tiempo le llamaban ‘el niño’ por su juventud y conoció a su primer amor, Raquel, una compañera de la orquesta.

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A su madre no le gustaba mucho el nuevo oficio de su hijo, pero su padre estaba encantado, ya que él también había probado suerte en el mundo del artisteo. Junto con la banda recorrió durante cuatro años toda Andalucía mientras seguía trabajando como jardinero. Así pudo ahorrar para dar la entrada de una casa que termino de pagar cuando se convirtió en estrella y fue su primer regalo a sus padres.

En esa época comenzó a lucir sus característicos rizos -que su madre le alisaba de pequeño porque no le gustaban-, pero, lejos de ser un joven engreído, no se sentía a gusto con su físico. Inseguridades de juventud que el paso del tiempo y su esfuerzo han mitigado, ya que él mismo ha transformado su cuerpo con la práctica de deporte, del que es un gran amante.

Sus favoritos son el futbol, el buceo y el ciclismo, e incluso llegó a pertenecer a un equipo juvenil de este último en Almería.

NO DISFRUTO DE ‘OT’

La biografía de David hace pensar que estaba destinado al éxito porque, tras ser rechazado en ‘Lluvia de estrellas’, se planteó incluso presentarse a ‘Gran Hermano’, pero fue elegido en un ‘casting’ de repesca de la primera edición de ‘Operación Triunfo’. A pesar de haberse apuntado a las audiciones, no se enteró bien de las fechas y no se presentó. Pero llamó a la productora y esta le cito en Barcelona. Un viaje que cambió su vida para siempre, aunque en su biografía, ‘Desde dentro’, publicada en 2013, aseguro que no disfruto de la experiencia y nunca estuvo a gusto en la academia por sus «nervios» y el trabajo que se alargaba a casi las 24 horas del día».

Entró siendo un anónimo y salió siendo casi una estrella que enamoré al público con su voz, simpatía y sus famosas piruetas, que ha dejado de hacer porque se marea. Fue Michael Jackson quien le enseñó a bailar a través de sus videos y también suya es su canción favorita, ‘Billie Jean’.

Bisbal es muy creyente, devoto de la Virgen del Mar, patrona de su tierra, y no solo lleva siempre una estampita suya, sino que reza antes de salir al, escenario. Otra de sus pasiones es la comida, sobre todo la española y la japonesa, y su color favorito es el del mar, el azul. Aún le quedan muchos sueños por cumplir, como hacer un dueto con Beyoncé y convertirse en «viejito» cantando, algo que seguro sucederá, ya que cuenta con el apoyo de sus fans y, sobre todo, con su innata capacidad de lucha.


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