Tras su tenso cara a cara en Bidart, han vuelto a verse en el funeral de un íntimo amigo en Jaca (Huesca), donde se los vio hablar «deforma amigable» en presencia de dos de sus hijos
Que el tiempo lo cura (casi) todo es algo que podría estar empezando a sentir la infanta Cristina (57). Siete meses después de que saliera a la luz la relación de Iñaki Urdangarin (54) con Ainhoa Armentía (43), la hija del emérito parece dispuesta a intentar que la relación con el padre de sus hijos sea, al menos, cordial.
Tras la cita en Bidart en la que se pudo evidenciar cierta tensión entre ellos, el ex matrimonio se ha vuelto a reencontrar, esta vez en el funeral de Eduardo Roldán, antiguo director de la estación de Candanchú. Y, a diferencia de la cita anterior en Francia, en esta ocasión se los vio hablar «de forma amigable» e intercambiaron conversaciones» con sus hijos Pablo (21) y Miguel (20), quienes, al igual que la infanta Elena (58) y el rey Felipe (54), se desplazaron a Jaca para dar el último adiós al que fue instructor de esquí de la familia real.

FUERA DE CÁMARAS
Según los testigos, si bien durante el sepelio apenas cruzaron miradas, la mejor prueba de que ambos se esfuerzan por dotar de normalidad los momentos que comparten en familia es que después del acto religioso se fueron a tomar algo a un bar. Aunque lo hicieron acompañados de otras personas -entre ellas, la duquesa de Lugo-, «estaban juntos y charlaban sin problema y sin tensión aparente», afirman quienes presenciaron esta cita, que confirma que la cordialidad se mantiene cuando no hay cámaras.
Un cambio de actitud que llega en un momento complicado para el vitoriano, «al límite» por al acoso que sufre tras su separación, por la ausencia de ingresos y, ahora, por la falta de planes con la que era su pareja, ya que, según Pilar Eyre (70), «es evidente» que Ainhoa y él han dado un paso atrás y son «más amigos que amantes».


Melissa Reginald es una experta en Casas Reales, y a la que muchos consideran como la Jaime Peñafiel en la sombra. Poco amiga de los medios audiovisuales porque siempre ha sido muy celosa de su intimidad. Sabe mucho. Habla lo justo.
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