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Cristina de Borbón, carpetazo a Iñaki

La infanta se ha convenido en el gran apoyo de los eméritos y se muestra sonriente y despreocupada en un intento por alejarse de las polémicas que rodean a su todavía marido. Pero la procesión va por dentro.

Tras su separación de Iñaki Urdangarin (55), la infanta Cristina (57) comenzó una nueva etapa en su vida lejos del hombre al que había estado unida un cuarto de siglo. Y, tras acomodarse a su nueva situación, más de un año después de la traición pública de su ex, la hermana de Felipe VI (55) no solo ha recuperado la sonrisa, sino que se ha posicionado como la mejor valedora y un gran apoyo para sus padres, Juan Carlos (85) y dona Sofía (84).

De estar totalmente apartada de cualquier acto institucional, público e incluso de carácter privado, ahora ha pasado a acompañar a sus padres siempre que lo considera oportuno, y no solo en la intimidad, sino también en público.

Cristina ya no se esconde y ante los fotógrafos muestra la mejor de sus sonrisas y su lado más amable. Así ha sido durante el servicio religioso que se ofició en Atenas en memoria del rey Constantino, cuando se cumplían 40 días de su muerte. Una ceremonia a la que acudieron, además de doña Sofía y su hermana Irene (80), la infanta Elena (59) y Cristina, que no soltó de la mano a su tía, dándole cobijo y apoyo en ese momento.

De igual manera, Juan Carlos escogió a su hija pequeña para acompañarle el pasado 10 de febrero al evento de ingreso de Mario Vargas Llosa (86), amigo del emérito, en la Academia Francesa de la Lengua, en París.

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Cristina apareció radiante, muy guapa, con una estilosa chaqueta de lentejuelas y con un aspecto muy rejuvenecido fruto, afirman, de varios tratamientos estéticos a los que se habría sometido. Una vitalidad y alegría de la que también ha hecho gala en sus últimos viajes solidarios con la Fundación La Caixa.

Lo que sigue invariable en su mano es su alianza de casada y es lo que recuerda el tema pendiente que tiene por solucionar: su divorcio de Iñaki. Porque, mientras ella se muestra totalmente empoderada en esta nueva etapa vital, su todavía marido no deja de ser noticia por diferentes motivos, poniéndola a ella en la picota y decepcionándola una y otra vez.

Muy comentado ha sido el viaje de Urdangarin con su novia, Ainhoa Armentía (44), a la estación de Baqueira Beret, que es donde la Familia Real española ha esquiado siempre. El vitoriano y su pareja fueron vistos en la casa que los Borbones utilizan cuando acuden a practicar el deporte de invierno. Está ubicada en la exclusiva urbanización La Pleta y es cedida para el uso y disfrute de la Familia Real.

De ahí que extrañara que fueran el ex duque de Palma y su novia quienes se alojaran en la residencia, como se comentó en un primer momento, en el que incluso se aseguró que Cristina le había dado permiso. Pero nada más lejos de la realidad; Iñaki acudió al valle de Arán para retirar el equipo de esquí y los enseres que tenía todavía en la casa de su familia política, y así se lo pidió a la infanta, que aceptó pensando que iría solo sin saber que este trámite se iba a convertir en un fin de semana romántico con su novia.

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Solo una semana después, Felipe VI acudía a la misma estación para deslizarse por las pistas, algo que no hacía desde 2019. Un gesto para retomar las relaciones con los responsables de la estación, que estarían molestos por el revuelo organizado. El último atrevimiento de Iñaki parece haber colmado la paciencia de Cristina, que «no puede más». Así lo asegura Pilar Eyre (71), que adelanta al mes de abril la fecha de su divorcio -y no en junio, como se había comentado, cuando su hija Irene cumpla 18 años-.

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Además, la periodista afirma que Urdangarin firmará una cláusula que garantice que no hará declaraciones sobre lo vivido en la Casa Real y no publicará el libro de sus memorias, un escrito por el que le han ofrecido dos millones de euros a cambio de una cuantiosa pensión vitalicia por parte de la infanta, que se asegura así el silencio.

Iñaki, por su parte, no tendrá que volver a trabajar. Ese día, Cristina se quitará la alianza y cerrará por fin este capítulo de su vida.


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