La rutina capilar debería adaptarse siempre a las necesidades específicas de cada melena, pero también a nuestra fecha de nacimiento. Y es que el cabello no es el mismo con 20 años que con 40 ni con 60.
El cabello, al igual que la piel, también sufre cambios con el paso del tiempo. Si a eso le sumamos que los tintes y las herramientas de peinado que usamos contribuyen a estropearlo de manera paulatina, el resultado es que con los años está mucho más debilitado y frágil.
Por eso resulta indispensable cuidarlo con mimo y esmero, atendiendo siempre a las necesidades específicas del pelo en sí y del momento vital en el que nos encontremos.
LAS CLAVES
Y es que nuestra melena no es la misma en la veintena que en la cuarentena, por lo que dependiendo de la edad exigirá una rutina de belleza distinta. Por ejemplo, en los primeros años de juventud, lo más importante es prevenir. «El problema en estas edades es que, al verse bien el cabello, muchas personas se olvidan de seguir los pasos básicos para un buen mantenimiento», explica el experto en peluquería Eduardo Sánchez, que también recomienda un extra de hidratación durante la treintena para afrontar el ritmo de vida propio de esa edad, tratamientos densificadores y voluminizadores a los 40 y de brillo y definición a partir de los 50.
Lo básico en cualquier etapa de la vida…
Lavado con un champú lo más natural posible, usar acondicionador y aplicarse una mascarilla hidratante al menos una vez a la semana son el santo grial del cuidado capilar en todas las edades. Eso y pasar por la peluquería de vez en cuando
A los 20 y los 30… En estas décadas, la melena brilla como nunca, para cuidarla y mimarla correctamente, basta con elegir bien los cosméticos que se usan y no pasarse demasiado con los tintes, las planchas, el secador o las tenacillas.
A los 40… Se comienza a perder volumen y densidad capilar. Además, el cabello se encrespa con mucha facilidad. Los expertos recomiendan apostar por cortes de capas rejuvenecedoras, usar productos voluminizadores, aclarar el tono del pelo y recurrir a tratamientos revitalizantes y nutricosmética.
A partir de los 50. El cabello se vuelve mucho más fino y crespón, lo que se aconseja optar por melenas cortas» o por encima de los hombros, así como y por reflejos que aporten luz, y apostar por tratamientos de brillo y colágeno.
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