Mucha gente se preguntará si es realmente necesario incorporar en la rutina de belleza diaria un cepillo limpiador. Y la respuesta es ‘si’.

Obviamente, no es obligatorio, pero su uso habitual nos ayudará en gran medida a limpiar la piel en profundidad, de una manera que difícilmente conseguiremos con los dedos de la mano o con una esponjita.
Por eso, merece la pena invertir en un buen cepillo eléctrico, ya sea de cerdas o de silicona.
Entre sus beneficios destacan el de eliminar las células muertas y las impurezas, el de activar la microcirculación sanguínea, el de minimizar los poros y el de desvelar la luminosidad del rostro.

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