La duquesa de Franco se retiró de la vida pública tras conocer a su novio, Timothy McKeague, con el que reside en una tranquila zona de Portugal de forma discreta y sin intención de volver a la palestra: «Solo pido que se olviden de mí».
Carmen Martínez-Bordiú y el exilio elegido
En otros tiempos, los cumpleaños de Carmen Martínez-Bordiú eran los eventos socia- les por excelencia. Las cámaras se agolpaban a las puertas de su casa o del local de moda para captar la imagen de la homenajeada. Sin embargo, las cosas han cambiado mucho en la vida de la duquesa de Franco y en su 70.° aniversario, el pasado 26 de febrero, no hubo brindis multitudinarios ni ‘flashes’ ni bailes hasta altas horas de la madrugada. Carmen ha comenzado una nueva década y lo ha hecho de manera discreta y alejada del barullo mediático del que fue protagonista antaño por decisión propia. «He querido desaparecer totalmente de los medios y vivir esta etapa como lo quiero hacer», cuenta desde su retiro, donde ha encontrado la paz.
PASEOS Y MEDITACIÓN
Poco o nada queda ya de esa mujer elegante que recorría las alfombras rojas y era portada de las revistas. Ahora, la hermana de Francisco Franco (66) se ha reinventado una vez más, pero en esta ocasión lo ha hecho hacia el anonimato total y Vive tranquila y en un segundo plano. Fue en el verano de 2018 cuando Martínez Bordiú se mudó a la zona del Parque Natural de Sintra-Cascais, en Portugal. Solo un año antes había conocido durante unas vacaciones en la Costa Azul a su pareja, Timothy McKeague, un joven australiano, 34 años más joven que ella, surfista y profesor de yoga. Poco después de comenzar a salir con él confesó:
Tim me ha ayudado muchísimo en un momento muy delicado de mi vida. El final de mi relación con Luismi —conocido como ‘el Chatarrero’— fue muy traumatizante. Estaba hecha un asco, como un trapo viejo. Y encontrar a Tim me ha devuelto a la órbita.
Aunque pocos apostaron por su historia de amor, su relación se fue afianzando. Eso, unido a que McKeague no quería ser un personaje público, tal y como desveló el entorno del australiano, fue razón suficiente para que Carmen hiciera las maletas con la intención de buscar un nuevo destino con su pareja para huir del foco mediático y de las polémicas que la han acompañado toda su vida. Juntos se mudaron a una casa situada en una bonita zona del país luso. El chalet en el que residen, reformado al gusto de la hija de los marqueses de Villaverde, cuenta con una parcela de 2000 metros cuadrados y otros 600 construidos, distribuidos en dos salones y tres habitaciones, una de ellas en suite con un amplio balcón con vistas al Atlántico. Además, la vivienda cuenta con un apartamento anexo para invitados y una piscina climatizada para los meses de frío.
Su vida desde hace dos años y medio pasa por dar tranquilos paseos a la orilla del mar, hacer meditación y disfrutar de una situación que no había tenido hasta ahora, y solo abandona su refugio para visitar a sus hijos y a sus nietos. Aunque suena raro tratándose de Carmen Martínez-Bordiú, los que la conocen dicen que ella «es muy feliz» así y parece que no tiene intención de volver a la palestra. Al menos eso se deduce de sus palabras: <<Solo pido que todo el mundo se olvide de mí». Su deseo de ser anónima es tal que la madre de Luis Alfonso (46) incluso habría pedido a su familia que no hablen de ella públicamente, una decisión que sus seres queridos entienden y respetan, según apuntan personas del entorno de Carmen.
UNATROTAMUNDOS
Lejos queda ya esa vida de lujos, ‘glamour’ y viajes de la duquesa de Franco. Ella siempre ha sido una mujer libre y ha vivido en distin- tas parbes de la geografia… y siempre por amor. Tras separarse de Alfonso de Bor- b6n, se mudo a Paris de la mano del anticuario Jean- Marie Rossi (90), con el que se caso y tuvo a su hija, Cyn- thia (35). Después eligié una finca en Sevilla para vivir su relacién con arquitecto ita- liano Roberto Federici, para después poner rumbo a San- tander, donde se caso con su bercer marido, José Campos (55). Tras tanto viaje, ahora, por fin, parece que ha encon- trado la estabilidad y la paz que tanto necesitaba.
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