La hermana de Jesulín de Ubrique y el empresario asturiano retomaron a finales del año pasado su relación solo unos meses después de romper y ahora, según una fuente cercana, «desean comprometerse».
A veces las rupturas no tienen por qué suponer el fin definitivo de una relación, sino que son el impulso necesario para que se vaya un paso más allá tras un periodo de reflexión. Y eso es precisamente lo que les ha ocurrido a Carmen Janeiro (45) y Luis Masaveu (45).
La pareja rompió el pasado verano su afianzado y discreto noviazgo de diez años de duración por diferencias en sus estilos y proyectos de vida. A él, un empresario asturiano que forma parte de una las familias más acaudaladas de España, le habían destinado a Lisboa y ella, muy ligada a los suyos y a su tierra, no quería abandonar Marbella, ciudad en la que ambos Vivían.
Sin embargo, tras unos meses de distanciamiento, en los que la hermana de Jesulín de Ubrique (68) se refugió en su madre, Carmen Bazan (75), para superar la tristeza provocada por la ruptura, la pareja decidió darse una segunda oportunidad a finales del año pasado y todo parece indicar que ahora las cosas van mejor que nunca entre ellos. Tanto es así que, según ha asegurado una fuente cercana al diario ‘El Español’, Carmen y Luis «desean comprometerse» y formalizar su amor con una boda «íntima».
Un enlace sin fecha prevista y que no se celebraría de manera inmediata, pero tampoco en un futuro muy lejano.
VISTO BUENO DE LA SUEGRA
A pesar de que algunos rumores apuntaron en su momento que Janeiro siempre había anhelado pasar por el altar, pero que, por el contrario, Masaveu se mostraba reacio a ello, lo cierto es que una boda nunca había entrado en los planes de ninguno de los dos. «No estaban por la labor, pero ahora es distinto.
Carmen se ha ganado la confianza y el cariño de ellos, y Luis lo mismo con su familia», señalan fuentes muy fiables, para quienes la clave de este avance en la relación estaría en que la andaluza por fin cuenta con el beneplácito pleno de su suegra, a la que ha ido conquistando «poco a poco».
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