17 de febrero de 2007, la vida de Carla Vigo (21), que por entonces tenía solo 6 añitos, cambió para siempre al perder a su madre, Erika Ortiz, encontrada muerta en su domicilio de Madrid a los 31 años.
Un durísimo golpe del que la sobrina de la reina Letizia (49), ya adulta, ha hablado con total naturalidad en su cuenta de Instagram.
Entre otras cosas, la joven ha reconocido que algo así te marca para siempre:
«Sinceramente, la muerte de una madre no se supera y menos de la forma que me paso a mí, aprendes a vivir con ello y se tarda mucho». Además, ha explicado cómo vivió el proceso de su duelo:
«Primero es la negación, piensas que es una broma. Segundo, la aceptación, que es lo más duro porque te da un golpe de realidad y te das cuenta de que no la verás más. Y, tercero, aprendes a convivir con ello». Por último, ha confesado que «desgraciadamente» guarda «muy poquitos» recuerdos de su progenitora, aunque la tiene muy presente.
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