La incursión ante las cámaras de La joven ha sido muy criticada y eso, unido a las polémicas declaraciones que hizo sobre La hermana de su madre, supone una sobreexposición que la reina no aprueba.
Desde que Carla Vigo (20) —la sobrina de doña Letizia (48)— alcanzara la mayoría de edad en octubre de 2019, ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza para la reina Letizia y para el resto de la familia real. Sus continuas declaraciones hablando de su vida personal en sus redes sociales y en algunos medios de comunicación, como la entrevista que concedió a José Antonio Avilés (23) para el programa Viva la vida, han desatado la polémica en muchas ocasiones, poniéndola en el punto de mira. Algo que ahora ha vuelto a ocurrir. Pero esta vez la «culpa» del nuevo revuelo mediático ha sido el rumbo profesional que ha decidido tomar la sobrina de la monarca.
«HE ESTADO A GUSTO»
No era un secreto que las pretensiones laborales de Carla pasaban por dedicarse al baile y convertirse en actriz. De hecho, se estuvo preparando para ello en varias escuelas. Y por fin ha llegado la gran oportunidad que tanto esperaba. La hija de Erika Ortiz ha debutado ante las cámaras como protagonista del anuncio de un perfume de una firma granadina de moda y complementos y la esencia incluso lleva su nombre, ya que, al parecer, ella misma habría ayudado a crearla. Con un vaporoso vestido rojo —por cierto, uno de los colores preferidos de su tía—y sin los rizos que suele lucir en su perfil de Instagram, la joven ha hecho su incursión en el mundo de la escena en un spot que dura algo menos de cinco minutos y que le llegó casi por «casualidad», como ella misma ha declarado. «Me dijeron que vieron algo especial en mí y yo me he sentido muy a gusto», ha declarado al portal digital Vanitatis.
Sin embargo, a pesar de la gran ilusión que ha supuesto para ella este proyecto, el video no ha estado exento de críticas, y muchos se han apresurado a decir que ha conseguido el trabajo por estar emparentada con la Casa Real. Unas insinuaciones a las que ha querido contestar, como ya viene siendo habitual en ella. «No tengo más posibilidades que nadie, tengo las mismas. No habléis de cosas si no tenéis ni idea», ha asegurado, dejando entrever que no recibe ningún tipo de privilegio por ser sobrina de los monarcas españoles. Según cuentan algunas personas cercanas a Zarzuela, todas estas polémicas y esas impulsivas palabras de su sobrina, que la ponen constantemente en el disparadero, no hacen demasiada gracia a la reina Letizia. Tal y como desvelan estas fuentes, la monarca preferiría que su sobrina se mantuviera al margen y en un segundo plano, como hacen el resto de los miembros relacionados con la Corona, y tampoco aprobaría las pretensiones- de Carla de convertirse en parte del mundo del espectáculo.
«NO HABLA CON CARIÑO»
Lo cierto es que la reina siempre se ha desvivido por la única hija de su hermana pequeña —de hecho, se convirtió en su tutora, junto con su padre, cuando Erika falleció—. Sin embargo, con el paso del tiempo, esa relación se fue enfriando y algunos llegaron a asegurar que entre ellas no existía ningún vínculo. Con el paso del tiempo, la sobrina de doña Letizia desarrolló una personalidad reivindicativa, rebelde, poco predispuesta a aceptar las normas impuestas por el sistema y con unas inquietudes artísticas que podrían exponerla más de lo deseado en medios de comunicación y redes sociales. Y así ha sido. Poco a poco, ella misma ha ido desvelando información de su vida privada, una actitud opuesta al hermetismo que promulga la Casa Real. Por eso, según apuntan algunas fuentes, desde Zarzuela le dieron un toque de atención y, al parecer, le hicieron firmar un contrato de confidencialidad al cumplir los 18 años. Pero a Carla le dio igual. Tanto es así que, en unas declaraciones a José Antonio Avilés, la joven no habría tenido buenas palabras para su tía: «No habla con cariño de ella. De hecho, me llegó a decir: ‘Si no me controla mi padre, menos me va a controlar mi tía’». Por otro lado, parece que la relación con la reina y sus hijas es mínima. De hecho, una de las amigas de Vigo aseguró que cuando la joven visita Zarzuela le quitan el teléfono y le «prohíben sacar fotos a las niñas y hablar de ellas». Quizá esos sean algunos de los motivos que llevaron a la nieta de Paloma Rocasolano (69) a realizar estas contundentes declaraciones sobre su familia: «No me siento uno de ellos, yo soy muy normal. Y sentí que ya nada en mi era anónimo y, la verdad, no me siento muy cómoda».
Su vida al descubierto
Cuando Carla cumplió los 18 años, se abrió una cuenta de Instagram y en ella ha dado buena cuenta a lo largo de este tiempo de muchos aspectos de su vida privada, algo que no ha sentado nada bien en la familia real. De hecho, ella misma aseguró en redes sociales que no le importaría participar en Supervivientes lo que supondría un gran quebradero de cabeza para la reina Letizia, muy protectora de su intimidad.
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