Belén Esteban con los días contados en ‘Sálvame’

La colaboradora sorprendió a todos afirmando que le «queda poco» tiempo frente a las cámaras. Cuando esto ocurra, sus ingresos están asegurados con Sabores de la Esteban, su empresa de alimentación, que le reporta grandes beneficios.

Belén Esteban (48) lleva más de dos décadas siendo uno de los rostros televisivos más relevantes de nuestro país y, ahora, el medio que la catapultó a la fama y la convirtió en una estrella, está más cerca que nunca de despedirla.

Y es que parece que la de Paracuellos tiene los días montados en los platós. «No es que me vaya a ir ya, pero a mí ya me queda poco. Es una decisión muy dura que voy a tomar en la vida y que a lo mejor puede ser equivocada. Me la tengo que plantear poco a poco porque el día que me vaya será definitivo y sé que lo voy a echar de menos», confeso, dejando claro que ya ha comenzado a pensar en su retirada mediática.

Como mujer previsora que es y para asegurarse un porvenir fuera del medio fundo, en marzo del año pasado, su empresa de alimentación, llamada Sabores de la Esteban.

«ME HA FRENADO MI HIJA»

Belén aterrizó en la pequeña pantalla durante su relación con Jesulín de Ubrique (48). En esa época se mostraba como una chica tímida que prefería no hacer declaraciones ante los medios. Pero no fue hasta después de su ruptura con el torero cuando se coronó como la ‘princesa del pueblo’.

Su desparpajo, sus discursos sin cortapisas, la naturalidad que siempre ha mostrado frente a las cámaras y esa forma de identificarse con la sociedad conquistaron a un público que lleva 20 años a su lado. Y es que si de algo se puede enorgullecer la colaboradora es de tener uno de los mejores séquitos de seguidoras, más conocidas, como ‘las belenistas’.

La audiencia ha reclamado su presencia en televisión siempre y ella jamás ha defraudado, ni al público ni a los programas para los que ha trabajado. Los datos de audiencia de los espacios en los que ha participado hablan por si solos; los conocidos como ‘belenazos’ han llegado a romper audímetros y a congregar a millones de personas frente al televisor para ver como la de Paracuellos los hacía partícipes de sus problemas de salud o de los enfrentamientos con el padre de su hija.

Además, ha sabido ganarse el cariño de muchos de sus compañeros, que se han convertido en grandes amigos de la colaboradora. Todo ello ha hecho que la Esteban siempre haya presumido de estar muy «a gusto» en su puesto y de tener un trabajo con el que disfruta mucho.

Sin embargo, esos días en los que Belén eclipsaba la pantalla podrían estar a punto de llegar a su fin, tal y como ella misma ha conformado: «En las últimas semanas, he pensado en abandonar ‘Salvame Compañeros míos saben que el año pasado estuve a punto de dejarlo y si no lo he hecho ha sido por mi marido y por mi hija, porque a ella le encanta que esté en el programa. Vive fuera y ve que no estoy en casa porque se me cae encima».

Sin embargo, aunque la tertuliana es una mujer muy activa, tiene razones de peso que la han llevado a barajar seriamente estos últimos meses la posibilidad de retirarse de la pequeña pantalla. «Mi madre vive en Benidorm. He estado mucho tiempo sin verla porque nunca libro muchos días seguidos. Ahora me necesita más y tengo que estar. De lo contrario, no me lo perdonaría», ha confesado sobre uno de los motivos más importantes para tomar la decisión.

«L0 PASO MUY MAL.»

Pero, aunque esta es una gran motivación, hay otras muchas cosas que también la influyen. Una de ellas es el «cansancio» que lleva acumulado desde hace doce años en ‘Sálvame’. “Hay días que lo paso muy mal y que son muy complicados porque es un programa de coco. Siempre digo que me ha dado mucho, pero también me ha quitado», ha reconocido muy sincera.

Muestra de ello es el enfrentamiento que tuvo hace solo unos días con Paz Padilla (52) por un comentario que hizo la gaditana contra la efectividad de las vacunas del coronavirus. Ambas vivieron un momento de mucha tensión que acabó con la presentadora abandonando el plato. «Me sentí muy sola con mis compañeros en esa discusión. Yo no me fui, pero también lo pasé muy mal», ha explicado.

No obstante, este no es ni de lejos el mayor problema que ha tenido con uno de sus compañeros de trabajo. El más doloroso para ella fue el que protagonizó con Jorge Javier Vázquez (51) en ‘sábado Deluxe’ a mediados de 2020. «Lo pasé muy mal. Al día siguiente me levanté con la cara hinchada de tanto llorar. Me acuerdo de que me crucé contigo y ni me miraste», le ha recordado la de Paracuellos a su compañero sobre aquel complicado momento en el que el presentador abandonó su puesto al frente del programa después de lanzarle una buena reprimenda a la ‘princesa del pueblo’.

Sin duda, esta y otras muchas discusiones han ido haciendo mella en el ánimo de Belén. Además, a todo esto se suman las informaciones de Jesulín de Ubrique, a las que tiene que hacer frente casi cada mes.

Ella lleva asegurando mucho tiempo que no va a entrar en este tipo de polémicas porque así se lo ha pedido la persona que más quiere refiriéndose a Andrea (22)-. Sin embargo, muchas veces no se ha podido reprimir y ha acabado haciendo comentarios por los que, como ella misma ha asegurado, se ha llevado «broncas».

Es evidente que todo ello le está pasando factura a nivel emocional y físico. Tanto es así que, hace solo unos días, la ex del torero tuvo que abandonar el plato de ‘Sálvame’ debido a una bajada de azúcar, y una ambulancia tuvo que atenderla en las instalaciones de Medíaset. Por fortuna únicamente se quedó en un susto y después se marchó a su casa a descansar y recuperarse.

Quizá esto haya sido una señal más para ella de que ha llegado el momento de colgar el micrófono. Sin duda, será una decisión complicada, pero solo a nivel personal porque en el plano financiero no tendré ningún problema cuando decida dar el paso definitivo.

La tertuliana tiene las espaldas bien cubiertas y sus cuentas más que saneadas. Mucho se ha hablado del caché de la ‘princesa del pueblo’ por sus intervenciones televisivas. Algunos medios han dado cifras astronómicas por su trabajo como colaboradora o sus entrevistas en programas de máxima audiencia, como ‘Salsa rosa’ o ‘Sábado Deluxe’, algo que ella nunca ha confirmado, aunque si ha reconocido sentirse «muy valorada y bien pagada».

A esto hay que añadirle las cantidades que se ha embolsado por las múltiples exclusivas que ha concedido a varias revistas en estos años, que, según algunas informaciones, han estado muy bien remuneradas siempre y en líneas generales por encima de los precios que se suelen pagar por otros personajes. Incluso tiene pagada su casa de Paracuellos del Jararna, hipoteca que saldó tras vender el chalé que compro de Tono Sanchis (49), cuando se lo embargaron debido a la deuda que adquirió con ella.

Pero, además de esto, su fuente de ingresos esta asegurada gracias a su empresa de alimentación, Sabores de la Esteban. Los primeros productos que lanzó fueron su gazpacho y su salmorejo. «Estoy muy contenta y muy agradecida a todo el mundo. Y a todos les agradezco que hayan confiado en mi producto y estoy muy emocionada porque Sabores de la Esteban se va a quedar», aseguró emocionada ese día.

Meses después presentó las cremas de verdura, calabaza y calabacín y después se unieron las patatas fritas. «Estoy muy metida en la empresa y voy a sacar más cosas», avisaba hace solo unos días. Sin duda, esta línea de negocios le está reportando grandes beneficios porque esté teniendo mucho éxito. Tanto es así que hace meses viajó a Colonia (Alemania) para presentar en una feria sus productos y hace semanas estuvo presente en Fitm; en el ‘stand’ de Murcia, donde está situada la fábrica que elabora sus productos.

Este será el sustento económico para Belén cuando deje la televisión, a la que quizá volverá para hacer alguna entrevista esporádica, como las que le ha concedido a David Broncano. Y quién sabe si, como otras compañeras, decida explotar su faceta de ‘influencer’. Su refugio emocional serán las personas más importantes de su vida: su madre, con la que quiere pasar mucho más tiempo; su hija, a la que quiere con locura; y Miguel, su mayor apoyo y con el que tiene pendiente aun casarse por la Iglesia.