Belén Esteban (47) ya no puede más. Y, aunque siempre ha demostrado ser una 1 mujer muy fuerte, capaz de enfrentarse a todo tipo de adversidades y salir airosa y fortalecida de ellas, su capacidad de resistencia ha llegado a su límite y podría estar a punto de dar un paso radical en su vida: decir adiós a ‘Sálvame’.
Aunque ella misma ha reconocido que este programa le ha dado «muchas cosas buenas», lo cierto es que últimamente le ha provocado más disgustos que alegrías, y su reciente y monumental bronca con Jorge Javier Vázquez (50) ha terminado por hundirla anímicamente. Y es que es incapaz de separar lo laboral de lo personal porque, para ella, el programa es mucho más que un simple trabajo y no ve al presentador como a un compañero, sino como a un amigo.
Por eso, cuando este se hizo eco de una fotografía de Belén muy poco favorecida que estaba circulando por las redes sociales e hizo el amago de enseñársela a Kiko Hernández (44), la de Paracuellos no dudé en afearle el gesto. Las disculpas del catalán no surtieron efecto, ya que ella aseguró que no le parecían sinceras, y añadió: «Yo también tengo muchas fotografías tuyas que nunca he enseñado». Esto desató la ira de Vázquez, que, fuera de sí, cargó duramente contra Esteban:
Ese tipo de comentarios me demuestran qué clase de persona eres. Cuando uno se equivoca, ¿solo a ti se te pueden aceptar las disculpas? ¿Eres tú quien dicta esto sí y esto no? Pues, chata, conmigo no, te he pedido perdón de corazón
Dolido y muy alterado, ni siquiera las lágrimas de Belén consiguieron aplacarle, sino todo lo contrario: «Ahora no llores porque me da igual, que el lloro funciona muy bien en cámara. ¡A tomar por saco la bicicleta!».
SUS NUEVAS CONDICIONES
Tras este duro encontronazo, la colaboradora se levantó y se marchó del plató visiblemente afectada. De hecho, su disgusto fue tal que se fue directamente a su casa y se ausentó en los días posteriores. Pero lo más llamativo de todo fue que, al contrario que con otros enfrentamientos, en esta ocasión nadie se refirió a lo sucedido, ni delante ni detrás de las cámaras. Algo que sorprendió a los propios colaboradores. Marta López (47) en Ya es mediodía comentó extrañada:
Lo que ocurrió fue algo diferente porque, cuando alguien se levanta y se va, suelen ir las cámaras. En cambio, no se levantó nadie. Además, normalmente, cuando vamos a publicidad, entre los compañeros hablamos de lo que se ha liado, y en este caso nada
Según la web ‘Informalia’, la de Paracuellos estaba tan dolida por lo ocurrido que no quería disculpas públicas ni reconciliaciones en directo ni siquiera encuentros en plató. De hecho, no deseaba volver a coincidir con Jorge. El citado medio asegura que Esteban se lo comunicó a sus jefes, con los que se mostró tajante e inflexible como nunca, insinuando que si no se cumple esta petición se tomaría unas vacaciones mientras piensa en qué hacer en el futuro, si bien es sabido que Belén es muy visceral y esta sería su primera reacción, que quizá luego haya meditado mejor. Pero lo cierto es que la idea de desligarse por completo del programa ronda desde hace tiempo por su cabeza y este nuevo encontronazo con Jorge podría darle el empujón definitivo para decir adiós. Y es que, aunque se produzca una reconciliación entre ellos como en otras ocasiones, esta no será más que un nuevo parche a una relación que está muy deteriorada desde hace tiempo.
FALTA DE ENTENDIMIENTO
De hecho, no es la primera vez que la audiencia es testigo de un duro enfrentamiento entre ambos. Hace menos de un año, coincidiendo con la vuelta de Belén al Deluxe tras el confinamiento, el que debía haber sido un feliz reencuentro acabó en una amarga pelea en la que ambos se sintieron humillados por el otro.
Días después volvieron a verse las caras para firmar la paz y, aunque trataron de dar una imagen conciliadora, quedó patente que entre ellos hay una brecha cada vez más grande. Y es que, como reconoció el propio presentador, su verdadero problema radica en que tienen caracteres completamente opuestos. Jorge Javier explicó:
Esto que nos ha pasado no es por diferencias políticas, sino por diferentes formas de ser. De tomárselo todo en plan dramático o dejar pasar el tiempo y decir: ‘¡Madre mía, la que liamos!’. Pero yo sé con qué sentimiento y pasión vives las historias y, como ya las conozco, me impresionan menos. Creo que tú eres muy feliz viviendo los sentimientos al límite; yo, en cambio, me he pasado el fin de semana tomando el sol
Esta última afirmación molestó mucho a Belén, aunque tuvo que reconocer que efectivamente ella vive las cosas con más intensidad:
Ojalá fuera como tú, me lo tomaría todo a risa… Yo sí que lo he pasado mal, a lo mejor es porque soy muy dramática, pero he llorado mucho. Me hubiera encantado tomar el sol…
Esta falta de entendimiento entre ambos viene de lejos y los tira y afloja son parte de su relación. Tanto es así que la colaboradora le dijo una vez: «Es que creo que a nosotros nos pasan cosas y no las hablamos». Sin embargo, parece que aunque lo hicieran tampoco lograrían arreglar sus diferencias porque son dos polos opuestos que chocan continuamente y que entienden la vida y su amistad de formas muy distintas. Algo que también duele a Belén, ya que mientras que ella le considera una persona muy especial en su vida y hasta le eligió como testigo de su boda, nota que Jorge solo ve en ella a una compañera de trabajo. «Tú tienes una forma de querer complicada y me quieres a tu manera», le reprochó en una ocasión. Pero, a pesar de la aparente frialdad del presentador, su última bronca con la colaboradora si parece haber hecho mella en su ánimo, tal y como aseguró Marta López: «Noté a Jorge afectado. Yo creo que él estaba con pena, con decepción». Y no solo eso, según el periodista Miguel Ángel Nicolás, Vázquez también estaría muy enfadado: «Pasé por la puerta de maquillaje y escuché a Jorge hablando de Belén en un tono que no era agradable» De ser esto cierto, seguro que a la de Paracuellos no le hará ninguna gracia, por lo que las posibilidades de una reconciliación son cada vez menos.
Por eso, no seria de extrañar que la colaboradora decida acabar con todo esto diciendo adiós al programa en el que lleva trabajando 12 años, como ya ha insinuado en alguna ocasión: «Se me ha pasado por la cabeza dejar Sálvame. Tengo que pensar en mí, tengo proyectos familiares y aquí yo me pongo nerviosa…». De hecho, en los días que se ausentó del programa tras su pelea con Jorge, se la vio haciendo sus quehaceres diarios, pero más seria y pensativa de lo normal. Y es que Belén sabe que ha llegado a su límite y que por su forma de ser tan sensible y apasionada a la vez este trabajo le pasa una factura personal demasiado alta que quizá ya no le compensa. Es más, durante un tiempo trató de retirarse de la primera línea mostrando un perfil bajo como personaje y apostando por su papel como colaboradora. Pero este cambio no convenció a la audiencia, que empezó a preguntarse si su etapa televisiva había llegado a su fin.
VARIOS FRENTES ABIERTOS
A pesar de estas críticas, Belén parecía feliz en esa posición secundaria, pero de un tiempo a esta parte ha encadenado una polémica tras otra y está viviendo una de sus épocas más convulsas, lo que está afectando seriamente a su ánimo. Sobre todo porque se mezclan los asuntos personales con los profesionales, como paso con su reciente enfado con Anabel Pantoja (34). Su amistad estuvo a punto de saltar por los aires debido a sus respectivas colecciones de joyas, pero, lejos de solucionarlo en privado, ambas protagonizaron un tenso enfrentamiento en plato. Y, aunque acabaron haciendo las paces, Belén reconoció que la sobrina de Isabel Pantoja (64) la había «defraudado».
Cuando todavía no se había recuperado de esta decepción, tuvo que hacer frente a la demoledora carta de su eterna enemiga, Maria José Campanario (41), en la que, entre otras lindezas, la llamaba «princesa barata» y «lerda». Esto desaté una nueva guerra entre ambas que volvió a despertar los viejos fantasmas de Belén y a tocarle el tema que más le duele: su hija. Así que, una vez más, volvió a demostrar su faceta como madre coraje y amenazó con sacar a la luz informaciones que no dejarían en buen lugar a la mujer de Jesulín (47), que se limitó a decir: «Quiero parar esta guerra».
Pero esto tampoco trajo la paz para la de Paracuellos, que días después tuvo que plantar cara a otro de sus frentes abiertos: el juicio con Rocío Carrasco (43). La hija de ‘la más grande’ la demandó por un presunto delito de revelación de secretos después de que Esteban hablase en Sálvame de una supuesta deuda que esta tiene con Hacienda. Así pues, está claro que su trabajo como colaboradora en el programa estrella de las tardes de Telecinco le está generando muchos quebraderos de cabeza y, teniendo en cuenta que no le faltarían ofertas de otros espacios, quiza le haya llegado ya el momento de pasar página.
Su mejor amigo… ¿su nuevo jefe?
Mucho se ha hablado del futuro de Belén fuera de Sálvame y son muchos los que apuestan a que su siguiente destino podría ser Viva la vida. Un programa que, además de tratar los temas del corazón de forma más tranquila, estaba dirigido hasta hace nada por uno de sus mejores amigos, Raúl Prieto. Asimismo, este acaba de fichar por Mediaset para la puesta en marcha de nuevos formatos y la de Paracuellos podría ser la estrella de alguno de ellos.
¿Reconciliación sincera?
La monumental pelea que han protagonizado Belén y Jorge no ha sido la primera… ni será la última. En junio ya demostraron hasta qué punto pueden enfrentarlos sus diferentes formas de ver y entender la vida. Ese día, la colaboradora volvía al plató tras muchos meses de ausencia por el confinamiento y sus opiniones encontradas sobre política acabaron con el presentador fuera de sí y la de Paracuellos dejándole plantado ante las cámaras. Días después firmaron la paz chocando el codo simbólicamente y con el san Judas Tadeo que ella le regaló como testigo, pero a Belén no le gusto que Jorge se tomara a broma su enfado y la reconciliacion no pareció del todo sincera.
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