Muy emocionada, la tenista catalana se rompe al hablar sobre el doloroso conflicto que mantuvo con sus padres, «Muchas cosas se podían haber evitado, se fue de las manos», asegura
Profesionalmente consiguieron llegar a lo más alto, pero en lo personal la vida de Arantxa Sánchez Vicario (49) no ha sido un camino de rosas. Así lo ha reconocido ella misma en alguna ocasión, sin disimular que hay cosas, como los diez años que estuvo sin hablar a sus padres y a sus hermanos, que siguen doliendo. La última vez que se ha referido a ello ha sido con motivo de la entre- vista que ha concedido a Palo y astilla (La Sexta), donde, además de realizar un emotivo recorrido por su carrera como deportista de élite, abrió su corazón para hablar de la guerra que mantuvo con sus progenitores y que hizo pública en 2012 con la publicación de su biografía, Arantxa, ¡vamos!. En ella, Sánchez Vicario retrataba a su madre, Marisa, «como una tirana» y a su padre, Emilio, <<como un ladrón», en palabras de Mamen Mendizábal, presentadora del programa. «Muchas cosas se podían haber evitado… Ya pedí perdón en su día, se fue de las manos», explicó la catalana reconociendo que, aunque <<a veces pedir perdón cuesta», tras su separación de Josep Santacana (49), en 2018, dio el paso para que todo cambiara.
SU FAMILIA, A SU LADO
La deportista aprovechó esta confesión para agradecer a su clan que esté otra vez a su lado y a sus progenitores por todo lo que han hecho, ya que siempre han querido «lo mejor» para ella. La tenista reveló:
Me emociono cuando hablo de mis padres […]. Nunca es suficiente decirles cuanto los quiero. El amor incondicional que siempre he tenido hacia ellos me hubiera gustado decírselo mucho más.
Y es que su padre falleció en 2016, en plena polémica, y se emociona al pensar en el poco tiempo que han pasado sus hijos con sus abuelos. Ahora reconoce que fue su matrimonio la que la llevó a este enfrentamiento. «Lo di todo por amor y no fui compensada de la mejor manera», aseguraba en referencia al padre de sus hijos, con quien se verá el 17 de marzo en el juzgado para firmar la disolución de su matrimonio.
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