Después de casi cinco décadas triunfando como actriz, hace mucho que dejó de ser conocida como la hija de Antonio Molina, aunque eso para ella sea su mayor orgullo. «Mis padres son, irremediablemente, mi inspiración», dice.
Ángela Molina ha hecho de la sencillez la clave de su éxito
Ángela Molina (66) no necesita presentación y todos los adjetivos se quedan cortos para definir su talento como actriz y su carisma como persona. Y es que tanto delante como detrás de las cámaras derrocha una luz especial que la convierte en una mujer única y en una artista inigualable.
NACIDA PARA TRIUNFAR
Nació en Madrid el 3 de octubre de 1955 y fue la tercera de los ocho hijos de Antonio Molina, con el que siempre tuvo una relación muy especial, tal y como el propio artista reconocía: «Yo los quiero a todos igual, pero Ángela es la niña de mis ojos».
El criarse rodeada de artistas la hizo estar en contacto con el mundo del espectáculo desde su más tierna infancia y sus primeros pasos se encaminaron hacia la danza. Sin embargo, la interpretación parecía ser algo innato en ella. «De niña, ya el ascensor de mi casa era un pequeño teatro para mí. Tenía un asiento de terciopelo rojo frente a un espejo y yo me sentaba y hablaba conmigo misma y con los demás», conté en una entrevista a la revista ‘Vanity Fair’.
Así pues, estudió Arte Dramático y en 1975 consiguió su primer papel en el cine en la película ‘No matarás’. Desde este momento empezaron a surgirle trabajos, pero su carrera experimentó antes y un después cuando Luis Buñuel la eligió par protagonizar ‘Ese oscuro objeto de deseo’ (1977), su última película.
«Con él todo era pasión y divertimento», recuerda la actriz, que guarda un enorme cariño hacia el director. Y no es para menos, ya que esta cinta le abrió las puertas del cine europeo, donde alcanzó el mismo éxito que en España.
Otro cineasta que marco su carrera fue Manuel Gutiérrez Aragón (80), con el que rodó ‘Camada negra’ (1977) o ‘Demonios en el jardín’ (1982). «Esas películas marcaron mi alma y mi forma de trabajar», ha contado la actriz en alguna ocasión.
En 1985 ganó el Gran Premio de la Crítica de Nueva York y un año después el David de Donatello de la Academia de Cine de Italia, así como la Concha de Plata del Festival de Cine de San Sebastián. Galardones a los que se han sumado otros muchos a lo largo de los años, pero que nunca la han hecho despegar los pies del suelo. “Para divo, mi padre.
Todo giraba a su alrededor, cuenta con humor, al mismo tiempo que reconoce que sigue teniendo muy presentes a sus progenitores: «Ellos son, irremediablemente, mi inspiración».
ESTRELLA INTERNACIONAL
Artista multidisciplinar, a finales de los ochenta probó suerte como cantante, pero la escasa repercusión de su disco se vio compensada por el éxito arrollador de la película ‘Las cosas del querer’ (1989), en la que demostró su talento para cantar y bailar, además de actuar.
Tras esta, Ángela participo en proyectos internacionales como ‘1492: la conquista del paraíso’, junto con Gérard Depardieu (73). Sin embargo, a lo largo de su carrera también ha rechazado papeles en películas que hicieron historia como ‘Carmen’ (1983) o ¿Qué he hecho yo para merecer esto?’ (1984).
«Alguna vez he dicho que no porque me ha pillado criando a mis hijos y lo primero, son ellos», ha explicado Ángela, que es madre de cinco hijos. Con Olivia (41), la mayor, ha trabajado en varias ocasiones, la más reciente en la serie ‘La valla’ (2020). «Solo pienso en la retirada cuando estoy muy cansada», dijo hace un año, cuando recibió su merecido Goya de Honor, y teniendo en cuenta que acaba de rodar una nueva película parece que esta más en forma que nunca.
UNA GRAN FAMILIA LLENA DE ARTISTAS
Fruto de una gran historia de amor. Antonio conoció a su mujer, Ángela Tejedor, cuando ella tenía 14 años y él, 17. Vivieron juntos cuatro décadas y tuvieron ocho hijos; la mayor parte de ellos, artistas. El haber crecido en una gran familia parece que animo a Ángela a formar la suya propia, ya que ha sido madre en cinco ocasiones junto con sus dos parejas, llervé Tinnarche y leo Blalrstad, su actual marido.
MUY PERSONAL
Siendo muy jovencita pintaba y vendía cuadros. En Francia hizo sus pinitos en el mundo del circo. Se negó a hacer cine del destape. En los noventa se convirtió en una de las actrices mejor pagadas de España.
No debutó en el teatro hasta 2002, con la obra ‘Troya, siglo XX|’.
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