Fritos y comida rápida. Generalmente, estos alimentos tan sabrosos y adictivos contienen muchas grasas no saludables y son bajos en fibra, razones por las que poco tiempo después de ingerirlos, aunque al principio estemos saciados, nos sentimos con mucha menos energía que antes de comerlos.
Pan, arroz, pasta y cereales azucarados. Cuando no son integrales, aumentan rápidamente los niveles de azúcar y de insulina en sangre, provocando que el pico de energía disminuya seguidamente.
Alcohol. Hay personas que piensan que su consumo relaja, pero en realidad reduce nuestra capacidad para dormir bien y descansar correctamente.
Redactora de GATITAROSA.COM Experta en nutrición y dietética. Actualmente, lleva la sección de alimentación y nutrición de la revista.
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