Aunque ellos se muestran unidos y enamorados, Alfonso y Alexia se enfrentan a las consecuencias que su sonado idilio esté teniendo en sus carreras profesionales.
La vida de Alfonso Merlos (41) y Alexia Rivas (27) ha cambiado durante la cuarentena de una manera que jamas habrían podido imaginar.
Y no solo porque su relación amorosa parece consolidarse a medida que pasan los días, tal y como demuestran los románticos paseos que suelen dar cogidos de la mano y entre miradas de complicidad -y sin mascarilla de protección-, sino porque el sonado escándalo con el que se descubrió su romance les está costando demasiado caro a nivel profesional.
Algo que probablemente ninguno de ellos pensó que iba a ocurrir cuando salió a la luz el video que desaté la polémica bautizada como ‘Merlos Place’.
Y es que si en las primeras semanas su popularidad se disparó, esta, a la larga, no ha traído nada bueno a sus carreras laborales.
Por el momento, el más perjudicado está siendo el periodista murciano, al que la imagen de donjuán infiel no ha beneficiado en absoluto.
Tanto es así que, por el momento, ya ha sido cesado de su puesto de director de Comunicación del Colegio de Abogados de Madrid. Un cargo por el que el ex de Marta López (46) se embolsaba nada más y nada menos que 180.000 euros al año.
Y es que, tal y como han señalado fuentes de esta corporación de derecho público -la más grande de Europa-, aunque respetan la intimidad de Alfonso, muchas de sus apariciones televisivas son incompatibles con su labor en tan solemne institución. Intervenciones que, por otro lado, prácticamente han cesado en las últimas semanas.
Y es que, aunque al principio si visito varios programas, muy interesados en su versión del escándalo, ahora su presencia en los platós brilla por su ausencia.
Por su parte, a la reportera de ‘Socialité’ no le va mucho mejor.
Tras su baja médica, ha iniciado acciones legales contra la cúpula de La Fábrica de la Tele, productora de dicho espacio.
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