A ver, que levante la mano quien no haya dicho alguna burrada en un grupo de WhatsApp creyendo que nadie iba a sacar pantallazo. ¿Nadie? Pues eso.
La protagonista de esta tragicomedia familiar es, cómo no, Alejandra Rubio, que ha vuelto a poner el apellido Campos en el candelero con unos audios en los que se refiere a su tía, la incombustible Carmen Borrego, con el nada cariñoso apelativo de “subnormal”. Así. Sin anestesia ni vaselina.
¿El motivo? Una exclusiva en la revista Lecturas en la que Borrego enseñaba la casa malagueña de la difunta María Teresa Campos. Sí, la abuela. Sí, la que murió hace solo unos meses. Sí, el duelo aún calentito y la exclusiva ya servida en bandeja de hortensias.
Alejandra no se esconde (aunque quizás debería)
En lugar de meterse bajo tierra o hacerse la sueca, Alejandra ha salido a dar la cara. O al menos lo ha intentado. Primero, pidió perdón públicamente:
“Siento mucho haber dicho esa palabra fea” —qué mona ella, como si hubiera dicho “tonta” y no algo sacado de una bronca de patio de instituto.
Y luego, como quien no quiere la cosa, se reafirmó:
“Sigo pensando que fue un error lo de la exclusiva”.
Vamos, que pidió perdón pero con la boca pequeña y el puñal aún en la mano.
Ah, y ojo, que no se queda ahí. Ha contado que ha puesto el asunto en manos legales. Porque ya que se lía, se lía con abogados de por medio.

Borrego, la reina del perdón exprés
Según cuenta la sobrina arrepentida, Carmen Borrego le ha aceptado las disculpas. “Le he dicho que ya sabe cómo hablo cuando me enfado”, justificó Alejandra, como si eso lo arreglara todo.
“Tampoco es para tanto”, dice. Claro, total, solo la ha llamado “subnormal” en un audio que ahora circula más que la colección de memes de Paquita Salas.
Y atención al momentazo estrella:
“Podría haber sido peor, conociéndome”.
A este paso, lo siguiente será grabarse un podcast en familia para tirarse los trastos a la cara con micro y publi de yogures de fondo.
Terelu, la madre zen (de momento)
Y cómo no, en medio del fuego cruzado, Terelu Campos, madre de la criatura y ex de mil platós, ha hecho de bombera emocional.
“Nadie me conoce mejor que ella”, dijo Alejandra, intentando apagar el fuego para que su madre no se embarque rumbo a Supervivientes con un drama familiar a cuestas.
“Por mí esto está zanjado”, declaró con ese tono de ya he hablado, ya me disculpé, dejadme en paz y seguid con vuestras miserias televisivas.
¿Guerra en la familia Campos? No por ahora…
Alejandra Rubio asegura que no piensa montar ninguna guerra contra su tía:
“No quiero problemas”, suelta como quien dice “no quiero postre” pero ya se ha comido media tarta.
De hecho, justificó su metedura de pata con un argumento tan cotidiano como surrealista:
“Si mi tía algún día dice que soy tonta, que lo ha dicho, pues ya está. Cuando uno se enfada dice cosas feas”.
Básicamente, todos nos insultamos pero con amor. Versión Campos, claro.
Y para cerrar con broche de oro:
“Nos respetamos mucho pero pensamos muy diferente”. O sea, el típico “te quiero pero me caes fatal”.

La loca más divertida de la redacción de GATITAROSA. Rosa… muy rosa… y alocada nuestra nueva incorporación. Redactora de “Supervivientes 2023” y otros cotilleos televisivos.
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