El pasado lunes, el príncipe Akishino de Japón, heredero al Trono del Crisantemo, cumplía cincuenta y cinco años con su recién estrenado título, que le legitima como primero en la línea de sucesión, tras el Emperador Naruhito.
Con motivo de esta celebración, ha protagonizado un posado familiar en los jardines de su residencia de Akasaka, donde aparece junto a su mujer, la princesa Kiko, y sus tres hijos Kako, Mako y el pequeño Hisahito, el único varón, de catorce años, que pasa a ser el segundo en la línea de sucesión, ya que en japón impera la Ley Sálica.
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