Uno de sus mayores beneficios es que nos simplifican la vida de una manera muy agradable.
Y es que gracias a ellos evitamos usar diferentes cosméticos y, de paso, nos ahorramos un dinero. Por eso, los aceites multiusos se han convertido en todo un imprescindible de cualquier tocador o neceser que se precie.
Entre otras cosas, la mayoría de ellos sirven para hidratar, calmar y regenerar la piel, tanto del rostro como del cuerpo. Además, ayudan a combatir la celulitis, las estrías y las marcas del acné.
Por otro lado, también son muy recomendables para devolver la vida y el esplendor a la melena. Y muchos actúan como un gran aftersun tras la ducha en los días de piscina, playa y sol.
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